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Santiago Industria Circular
Bioelements abre innovador laboratorio para crear nuevos packaging biodegradables

Bioelements abre innovador laboratorio para crear nuevos packaging biodegradables

  • La compañía de empaques biodegradables abrió su propio laboratorio en Santiago para continuar con experimentos disruptivos, como la creación de envases que sirven de alimento para hongos y microorganismos, pero que mantienen las propiedades del plástico convencional.

Bioelements, empresa que desarrolla packaging sostenible basado en biopolímeros, anunció la apertura de un laboratorio en Chile que le permitirá desarrollar en el país experimentos y procesos para continuar el desarrollo de alternativas reales al plástico tradicional, creando envases biodegradables que se descomponen en un máximo de 20 meses en diferentes condiciones, según informa la compañía.

De esta forma, Bioelements marca un hito en el mundo de la innovación y sostenibilidad del país a través de sus formulaciones BioE, compuestas de materiales biobasados, renovables y biodegradables. 

Los empaques de Bioelements sirven como alimento para hongos y otros microorganismos, lo que contribuye a la reducción de residuos plásticos y la protección del medio ambiente. Estas alternativas de envases y sus respectivas composiciones, varían según sus clientes, siendo algunos de ellos marcas como Uber, Rappi, Mercado Libre, Falabella, Paris y Adidas, entre otras, en toda Latinoamérica.

“Tener un laboratorio propio dentro de nuestra casa es uno de los proyectos más ambiciosos de este primer semestre. Contaremos con un equipo humano altamente calificado de doctorandos y científicos trabajando en diferentes formulaciones bio y realizando nuevos desarrollos que miran las necesidades del presente, pero también lo que queremos hacer en el futuro. Es un tremendo logro con el que podremos expandir nuestro propósito y seguir enfocados en ser un aporte en materia medioambiental”, dijo José Ignacio Parada, CEO de Bioelements.

El laboratorio jugará un papel crucial en la investigación de nuevos productos y soluciones que ya están marcando a la industria del packaging. Además, cumplirá el rol de testear los productos de forma interna antes de llevar sus soluciones a los organismos certificadores para hacer más ágil el proceso de desarrollo de nuevos productos.

«Es fundamental para nosotros como Ministerio, no sólo conocer cómo se desarrollan estas empresas de base tecnológica, sino también apoyar su desarrollo y fortalecimiento. Es clave visibilizar a investigadoras e investigadores que es posible pensar en avanzar en esta materia en Chile, vinculando el sector público-privado con la academia”, expresó la subsecretaria de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Carolina Gainza.

Aintzane Lorca, jefa de la División de Desarrollo Productivo Sostenible del Ministerio de Economía; Carolina Gainza, subsecretaria de Ciencia, Conocimiento, Tecnología e Innovación; José Ignacio Parada, CEO y fundador de Bioelements; y Bárbara Peñafiel, subjefa de la  Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente. 

Consultora Thinking crea Uróboro, inteligencia artificial para avanzar hacia la economía circular

Consultora Thinking crea Uróboro, inteligencia artificial para avanzar hacia la economía circular

  • La consultora Thinking creó una herramienta que permite encontrar soluciones innovadoras para transformar los pasivos ambientales de las empresas en activos operacionales o nuevos productos a comercializar.

En este nuevo capítulo de Piensa Circular en Radio Cooperativa, Tomás Meriño, gerente de Proyectos de la consultora Thinking, nos contó sobre Uróboro, la herramienta que basada en capacidades de inteligencia artificial encuentra innovadoras soluciones para transformar los pasivos ambientales de las empresas en nuevos productos. Meriño destacó el ejemplo de Soprole, que reciclando el plástico recuperado de sus potes de yogurt creó las bandejas reutilizables que se emplean para trasladar estos productos a los comercios. También, el caso de una panadería en Viña del Mar, que en alianza con Walmart, testearon un nuevo producto con el pan que no se logró vender en el día.

En el marco del Día Mundial del Agua, que se conmemoró el pasado viernes 22 de marzo, conocimos el impacto del agua embotellada en nuestro país. Un estudio señala que Chile es el noveno a nivel mundial que más dinero gasta per capita en agua en este formato.

En «Huerta, ideas de patio», Fernando González, del vivero Lahuan, nos contó sobre las actividades que se están realizando en el vivero, consejos para la comunidad y panoramas muy interesantes.

Y en el Consejo Circular, entregamos novedosas ideas de qué hacer con las tapas olvidadas de los potes o recipientes que van quedando en nuestras cocinas.

Envase de yogur que fomenta su reciclabilidad obtiene primer lugar en concurso de innovación

Envase de yogur que fomenta su reciclabilidad obtiene primer lugar en concurso de innovación

  • El concurso organizado por Laben Chile, de la Usach, y el Programa Estratégico de Corfo CO-Inventa se centró en la reciclabilidad y valorización de envases postconsumo.

La empresa Coexpan se llevó el primer lugar en el V concurso Packaging Innovation Award, con su proyecto “el vaso circular rPS”. La investigación permitirá que los envases de yogur reciclados puedan ser usados como materia prima secundaria para el mismo uso.

El evento, que reconoce los envases y embalajes más innovadores de Chile, lo organiza cada año Laben-Chile de la Usach y el Programa Estratégico de Corfo CO-Inventa. La premiación 2023 se centró en la reciclabilidad y valorización de envases postconsumo.

El Dr. Abel Guarda Moraga, director del Centro de Innovación en Envases y Embalajes Laben-Chile, destacó que  las propuestas que llegaron en 2023 fueron más numerosas que en años anteriores. “Fue muy difícil determinar el primer lugar. Los niveles de innovación son complejos, pero Chile necesita que seamos más competitivos. El tema del cuidado del medio ambiente es motor de la innovación como también el reciclado; ambos son asuntos muy relevantes”, remarcó.

Cristián Miquel, RR&D Global PMO de Coexpan, calificó este premio como muy importante, ya que “demuestra que la Academia reconoce y valida este modelo y con ello podemos lanzar al mercado el producto final”.

Por su parte, la directora de CO-Inventa y académica de la Usach, Dra. María José Galotto, explicó que en los últimos años se han mal utilizado los envases plásticos y eso ha provocado una generación de residuos que provocan un impacto ambiental muy negativo en el planeta. Por lo tanto, añadió que hay que enfocarse en hacer una gestión positiva de los residuos.

Refiriéndose al triunfador de esta V versión del concurso Packaging Innovation Award, Galorro opinó que aborda un aspecto importante como es la necesidad de fomentar el uso de material plástico reciclado, y de este modo, garantizar la incorporación del nuevo modelo de desarrollo económico basado en la economía circular al área de envases.

El segundo lugar de este certamen lo obtuvo CMPC con “PULP-T, envase de cartón reciclado y fibra de té, mientras que el tercer lugar fue para la empresa BO Packaging, con su envase: “Doypack con Válvula Reciclable”.

Este año, conscientes de la importancia de difundir la ciencia y la tecnología a la sociedad en general, Laben-Chile y CO-Inventa decidieron distinguir a dos periodistas por su destacada labor de divulgación: Emilia Aguilar, de Cooperativa Ciencia, y Daniel Silva, de Mega.

Reciclar el agua de forma sostenible

Reciclar el agua de forma sostenible

  • Directora de Escuela de Ciencias Ambientales y Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello creó un prototipo 100% sustentable que utiliza la energía solar para el tratamiento de aguas residuales, el que se puede implementar para uso domiciliario o industrial.

El proyecto liderado por la académica e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Elizabeth Garrido, tiene como objetivo la reutilización de aguas domésticas o industriales, para lo cual creó un prototipo de planta piloto, de efecto dual y autosustentable. Durante cuatro años, la experta ha estado trabajando junto a académicos y estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental para crear esta nueva planta, que utiliza fotocatalizadores activados por la luz solar para degradar contaminantes emergentes, es decir, degradación fotocatalítica.

Para la investigadora, estas iniciativas son importantes debido a la falta de agua que afecta a varias zonas del país y al mundo, tal como se ha observado actualmente en Uruguay. “Esta escasez se irá acrecentando por la alta demanda de agua dulce y por los efectos del cambio climático. Por lo tanto, es necesario implementar medidas que permitan reducir el consumo de agua y buscar fuentes alternativas de suministro de este vital elemento”.

Considerando que en los últimos 50 años Chile ha enfrentado la mayor crisis hídrica, Elizabeth Garrido detalla que “esta es una alternativa que otorga la posibilidad de utilizar aguas residuales o aguas grises tratadas como nuevas fuentes de suministro de agua, para su reutilización a nivel domiciliario, por ejemplo, en riego o brindarle otros usos, según el nivel de calidad obtenida después del tratamiento”.

Cómo funciona

La planta funciona al agregar un fotocatalizador al agua residual, el cual se activa en presencia de luz solar y genera radicales hidroxilos responsables de degradar los contaminantes. Para operarla, se utiliza una bomba de agua que alimenta y recircula el agua residual en el colector solar. La bomba se alimenta de la energía proporcionada por un panel solar, lo que hace que el proceso sea sustentable. Así, el sol cumple dos funciones: ayuda a degradar los contaminantes y entrega la energía necesaria para hacer funcionar la planta piloto.

El prototipo tiene una capacidad de 13 litros y opera con un flujo continuo y caudal mínimo de 7 litros por minuto. La eficiencia de degradación de los contaminantes depende de las condiciones de operación empleadas. Hasta el momento, Garrido explica que «nos encontramos en pleno proceso de evaluación y puesta en marcha de la planta piloto. Los resultados han sido importantes y la idea es aplicar estos catalizadores a una escala más grande y con efluentes reales de diferentes sectores industriales, además de evaluar su factibilidad en el tratamiento de aguas grises para su posterior reutilización».

El desafío de este proyecto es crear un catalizador que genere especies químicas altamente oxidantes en presencia de luz solar, como el radical hidroxilo, que degrada contaminantes. Para lograr esto, se utilizan arcillas como fotocatalizadores que se encuentran en los suelos del sur de Chile. Las arcillas se sintetizan en el laboratorio y se modifican con dióxido de hierro y dióxido de titanio. Con este proceso, los fotocatalizadores extienden su rango de absorción de luz hacia la región visible del espectro electromagnético, lo que les permite generar radicales en presencia de luz solar.

Próximos pasos

La implementación de la planta abarca un trabajo de cuatro años, tiempo en el que se prepararon los catalizadores. Luego, comenzaron los ensayos a escala de los catalizadores para probar su efectividad en la degradación de contaminantes A continuación, se diseñó la planta con estudiantes de Ingeniería Ambiental y, en la última etapa, se obtuvo el soporte de un proyecto de Corfo 2030, que aportó el financiamiento para la construcción de las planta piloto.

Este proyecto está en marcha desde mayo.  Próximamente, «nuestra idea es aplicarlo en fuentes reales, por ejemplo en la industria vitivinícola. También, estamos observando cómo funciona tratando aguas grises provenientes de actividades domésticas, las que tienen un gran potencial de reutilización», ya que habitualmente el tratamiento que utilizan y requieren incluyen más personal y poseen una capacidad técnica más compleja», agrega la académica.

U. Andrés Bello crea planta de tratamiento que recicla aguas residuales.
Elizabeth Garrido, académica e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello (UNAB).
Investigación académica desarrollará cementos verdes en base a relaves de escoria de cobre

Investigación académica desarrollará cementos verdes en base a relaves de escoria de cobre

  • El estudio de las universidades Adolfo Ibáñez y de Atacama (UDA) se desarrollará hasta el 2025 y permitirá caracterizar, desarrollar y ensayar el uso de un material considerado hoy residuo industrial como componente cementicio suplementario, cumpliendo con los estándares de calidad que exige la norma chilena y reduciendo la huella de carbono que produce la manufactura del cemento.

Un proyecto de investigación aplicada desarrollará cementos verdes en base a relaves de escoria de cobre, obteniendo la mejor calificación en el concurso FONDEF IDeA 2023 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) a nivel nacional.

El estudio se desarrollará en Copiapó, Viña del Mar y Santiago, desde este año hasta el 2025, liderado por un grupo de investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Atacama (UDA), contando además con el aporte industrial de dos empresas del sector minero y de la construcción, que se suman al equipo de investigación.

El inédito proyecto se embarca en la tarea de caracterizar, desarrollar y ensayar el uso de un material considerado hoy residuo industrial como componente cementicio suplementario, cumpliendo cabalmente con los estándares de calidad que exige la norma chilena y reduciendo la huella de carbono que produce la manufactura del cemento. De esta manera, contribuye con una alternativa sostenible a la industria de la construcción y a la responsabilidad y menor impacto ambiental del sector minero.

Paula Rojas, directora de Ingeniería Civil Mecánica de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAI, además de líder de la investigación, señala que este proyecto fue calificado con nota máxima en el Concurso ANID IDeA I+D 2023 – Investigación Aplicada. Su valor reviste en que «más allá de un proyecto de investigación, constituye una iniciativa de colaboración tecnológica y empresarial que atiende una problemática importante de Copiapó y otras regiones mineras que lidian con los desechos mineros y el riesgo medioambiental que suponen, logrando resolver un problema minero y mejorar el trabajo del sector de la construcción con alternativas que atienden el objetivo de desarrollo sustentable de innovación en estas industrias».

La académica comenta que las primeras exploraciones de este estudio se remontan 6 años atrás, en que junto a Federico Antico, doctor en ingeniería civil y académico de la misma Facultad, y Danny Guzmán, de la UDA, observaron que algunos desechos de la industria minera del cobre tenían el potencial de ser reutilizados en la elaboración de cementos, como material suplementario, caso similar a lo que ya ocurre con la escoria siderúrgica y la ceniza volante proveniente de la generación eléctrica por la quema de combustibles fósiles. 

La huella de carbono del cemento a nivel mundial en este momento es del 8% según lo informado por el World Economic Forum. Si bien Chile como país OCDE ha liderado las medidas paliativas para reducir su huella de carbono, el sector de la construcción aún trabaja con cementos con altos porcentajes de Clinker (principal responsable de las emisiones producidas por la fabricación de cemento), existiendo espacio para innovar en materia de reemplazo de esta materia prima.

Paula Rojas explica que aún trabajan en la optimización del material sintético producido, de modo que no sobre-exija a futuro a las plantas de procesamiento, sabiendo que es un material altamente refractario y difícil de tratar. «El material obtenido ya fue sometido a pruebas de comportamiento mecánico en laboratorio que evidencian las mismas propiedades del cemento tradicional, e incluso mejores. A futuro, sería ideal modificar la normativa para alcanzar una mayor dosificación del material cementicio suplementario y posteriormente realizar un análisis del ciclo de vida del producto para medir cuánto reduce las emisiones de carbono y otros impactos», sostuvo la académica.

Por su parte, el académico de la Facultad de Ingeniería de la UDA, Dr. Danny Guzmán, indica que “como una universidad regional, localizada en un área impactada fuertemente por la actividad minera, este proyecto presenta una gran pertinencia, ya que propone una alternativa para valorizar los relaves de escorias, un pasivo ambiental que hasta el momento no está siendo aprovechado». Agrega que “la ejecución del presente proyecto se enmarca en el desafío que tenemos como grupo de investigación de desarrollar nuevos procesos productivos más amigables con las comunidades y medio ambiente, de modo de transitar hacia una actividad minera mucho más sostenible”.