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Ley de Plásticos de un Solo Uso: Una oportunidad para el país

Mar 7, 2024

  • Por Tomás Saieg, jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente.

En Chile se generan más de 23 mil toneladas de plásticos de un solo uso al año, y siete de los diez productos más encontrados en las playas son de este tipo. La Ley de Plásticos de un Solo Uso, promulgada en 2021 por unanimidad del Congreso, representa un hito histórico en la lucha contra la contaminación por plásticos en Chile. 

El plástico es un material valioso, con múltiples aplicaciones y que nos permite, por ejemplo, conservar más tiempo los alimentos y evitar su desperdicio. Uno de sus atributos, además de que es fácilmente moldeable, es que dura mucho tiempo, sin embargo, lo estamos utilizando en productos que tienen una corta vida o que son de un solo uso. 

Actualmente la mitad del plástico producido en el mundo está diseñado para ser desechado después de utilizarlo apenas una vez. Es hora de cambiar esta dinámica y avanzar hacia un modelo más sostenible donde, en primer lugar, disminuyamos el uso del plástico, sobre todo de aquellos innecesarios y problemáticos, y donde el plástico que es necesario se encuentre pensado desde su diseño para la reutilización, reciclaje o compostaje, evitando así su acumulación en el medioambiente.

Si observamos el flujo global del plástico, nos encontramos con una realidad preocupante: cerca del 30% de la cantidad de plástico producida termina en las riberas de los ríos, en el mar y en las playas, mientras que un 40% se destina a rellenos sanitarios. Solo un porcentaje menor, inferior al 15%, se recicla. Y lo más alarmante: para el 2050 se estima que habrá más plástico que peces en el mar.

Es evidente que la contaminación por plásticos no tiene una solución simple. Se requiere un cambio radical en nuestra relación con este material y con los productos de un solo uso en general. Es necesario que como país y como sociedad, dejemos atrás la lógica lineal de extracción, producción, consumo y desecho.

La Ley 21.368, más conocida como Ley de plásticos de un solo uso, viene a complementar la regulación nacional en esta materia, sumándose a la regulación de las bolsas plásticas en el comercio (Ley 21.100) y la Ley REP (Ley 20.920), que regula entre otros productos prioritarios a los de Envases y Embalajes -plástico, metal, vidrio, cartón para bebidas, papel y cartón- y establece metas de recolección y valorización para estas materialidades, metas que iniciaron en septiembre de 2023. 

La Ley de Plásticos de un Solo Uso busca abordar este problema, no solo para el plástico, sino para productos de un solo uso de cualquier materialidad. Sus objetivos son proteger el medioambiente, disminuir la generación de residuos y fomentar la reutilización. 

Para esto, la Ley prohíbe la entrega de productos de un solo uso para consumo dentro de establecimientos de expendio de alimentos, mientras que limita su entrega a aquellos que sean valorizables (distintos del plástico) o sean plásticos certificados (de fuentes renovables y compostables) para el consumo fuera de los establecimientos. También obliga a la incorporación de material reciclado en botellas hasta alcanzar un 70% en el año 2060 y a los comercializadores de bebestibles a ofrecer formatos retornables y recibir los envases por parte de los consumidores. 

Esta ley nos ofrece una oportunidad como país para cambiar nuestra relación con el medioambiente, y plantea un importante desafío para la ciudadanía y las empresas. El éxito de esta regulación y de la lucha contra la contaminación depende de todas y todos. Está en nuestras manos prevenir la generación de residuos y cuidar el medioambiente. 

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