Magdalena Balcells, gerenta general de ASIPLA.
En junio de 2020 se promulgó el Decreto de Envases y Embalajes de la Ley N°20.920 de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor, conocida como Ley REP, que entrará en vigor en septiembre de 2023 y exige a las empresas productoras de dicho producto prioritario cumplir con obligaciones de recolección y valorización de una proporción del total de productos que ponen en el mercado, denominadas “metas”.
En el caso del producto prioritario Envases y Embalajes, las metas son asignadas de acuerdo a distintas materialidades y según el origen de los residuos generados (domiciliarios y no domiciliarios).
Esta política pública impulsará la gestión de residuos y el desarrollo de capacidad instalada en la industria del reciclaje a nivel nacional, por consiguiente, supondrá un aumento considerable en la oferta de materia prima reciclada de todas las materialidades, en el caso de los plásticos, de resinas plásticas recicladas. Sin embargo, la ley no contempla ninguna obligación o incentivo a los distintos sectores productivos para la incorporación de estas resinas plásticas recicladas en actuales o nuevas aplicaciones, en reemplazo de la resina virgen; por lo tanto, en la actualidad, el desarrollo de este mercado depende exclusivamente de las buenas prácticas o políticas de sustentabilidad de cada empresa o rubro.
Es así como, de cara al desafío que plantea la economía circular de los plásticos y convencidos de que este material, dentro de sus múltiples beneficios para el desarrollo de la sociedad, es también intrínsecamente circular, pues puede y debe tener nuevas vidas, en septiembre de 2021 ASIPLA y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) firmaron un Acuerdo de Producción Limpia (APL) cuyo objetivo es potenciar la demanda de resinas plásticas recicladas en aplicaciones destinadas a sectores de uso intensivo de este material, como la construcción, minería, obras públicas, agricultura, pesca, y envases y embalajes secundarios y terciarios.
El APL es un proyecto de dos años, a implementarse en dos etapas, que establece el cumplimiento de 4 metas: 1) Generar información base de empresas transformadoras y recicladoras de plásticos, que abastecen de resina reciclada, con el fin de identificar su origen, caracterización y oportunidades de mejora. 2) Implementar estándares de calidad y trazabilidad de las resinas recicladas, aumentando su porcentaje de uso en productos de distintas industrias. 3) Impulsar en el sector público y privado medidas necesarias para promover la incorporación de productos que contengan resinas recicladas. 4) Y generar acciones de promoción, difusión y sensibilización sobre los beneficios del uso de productos de plástico reciclado, con estándares de calidad y trazabilidad definidos.
En la actualidad, las 25 instalaciones adheridas a este acuerdo (transformadores, recicladores, marcas de consumo masivo y proveedores de maquinaria) ya concluyeron exitosamente el primer año de implementación y los resultados así lo reflejan: una primera auditoría interna del proceso arrojó un cumplimiento promedio de las metas 1 y 2 del 91,6%.
Durante diciembre de 2022, la ASCC aprobó la segunda etapa de implementación del APL liderado por ASIPLA, que supondrá avanzar en las metas 3 y 4 de la iniciativa, involucrando también de manera concreta a las distintas entidades público-privadas que participan en este acuerdo multisectorial y que hoy conforman el Comité Coordinador del APL. Entre los participantes destacan los ministerios del Medio Ambiente, Obras Públicas y Vivienda, Odepa, Sonami, Cámara Chilena de la Construcción y Cámara de Comercio de Santiago.
Confiamos en que esta iniciativa público-privada y multisectorial permitirá, no solo derribar mitos respecto del uso de resinas plásticas recicladas, sino que también impulsará el desarrollo de nuevas tecnologías e innovaciones orientadas a maximizar la reciclabilidad de los plásticos. Con este APL queremos generar un cambio de paradigma respecto del potencial y beneficios del uso de materia prima secundaria en los distintos sectores productivos involucrados, así como también en los consumidores finales.