Alquimia Changa es una Organización No Gubernamental (ONG) motivada por el reciclaje y la economía circular de las comunidades rurales costeras del norte de Chile. El primer proyecto de la organización instaló una planta de reciclaje de plásticos, latas de aluminio y botellas de vidrio en Caleta Indígena, zona turística cercana a Tocopilla, en la Región de Antofagasta.
En julio de 2019, un grupo de seis personas se reunió rápidamente para postular al Fondo Concursable de Innovación Social de la Universidad Católica del Norte (UCN). Este fue el puntapié para la creación de Alquimia Changa, una Organización No Gubernamental (ONG) motivada por el reciclaje y la economía circular de las comunidades rurales costeras del norte de Chile.
Un mes después de hacer la postulación, recibieron una respuesta positiva desde la entidad universitaria, lo que les permitió comenzar con el proyecto de instalar una planta de reciclaje en Caleta Indígena, cerca de Tocopilla, en la Región de Antofagasta, para que los locales pudieran separar sus residuos y, de igual forma, cambiar hábitos respecto al desecho de sus productos.
“El proyecto nació a través de un estudio en la zona rural, de los tipos de contaminación que llegaban a este lugar y sobre todo en el mar. En la época de primavera-verano se genera mucha basura, porque llegan alrededor de 2 mil personas al lugar, cuando en Caleta viven originalmente 200”, recuerda Juan Brito Garcés, fundador de Alquimia Changa.
En primer orden, pagaron la instalación de una planta solar en un terreno que el fundador de Alquimia Changa poseía con anterioridad en la zona. A esto se sumó un horno de fundición para plásticos en la creciente planta que fue aplaudida por los vecinos. La planta recibe plástico, latas de aluminio y envases de vidrio para su reciclaje. “Hemos descubierto un grato comportamiento de las comunidades respecto a sus residuos, a cómo han cambiado sus hábitos con la nueva modalidad de acceso a la separación de residuos”, cuenta Brito.
El objetivo final es lograr que las caletas y zonas rurales costeras sean autosustentables, con el trabajo de las localidades en cuanto a un tratamiento adecuado de sus residuos. En esa línea, Alquimia Changa se ha adjudicado otros fondos, entre los que destaca el de Minera Escondida, con el cual armaron una planta de tratamiento de aguas grises, generada con el lavado de plásticos.
Así también, la organización firmó un contrato con Aguas Antofagasta, empresa que abastece a la ciudad nortina. El acuerdo consiste en el reciclaje de los filtros de la planta de osmosis de Antofagasta, que desaliniza el agua de mar para llevarla a la población como agua potable. Según Brito, esto también es “una gran oportunidad para comenzar el tratamiento de la fibra de vidrio, un nuevo material que requiere especial cuidado tanto para su uso como para la salud de quienes lo manipulan”.