Se suele creer que el plástico es el principal enemigo del medio ambiente. Sin embargo, estudios y expertas en la materia aseguran que con una correcta gestión del material, se puede volver un elemento fundamental de la economía circular. Por lo que no es tan malo como parece… solo si lo reciclas.
Por Josefa Zepeda
Hace varios años que el plástico comenzó a tomar un rol protagónico en la vida de las personas. Su popularidad pareciera indicar que es perfecto para la vida diaria, pero las cosas cambian cuando pensamos en su relación con el medio ambiente. La problemática reside en que el aumento del plástico ha traído consigo el incremento de la cantidad de residuos de este material. De acuerdo a datos de Greenpeace, solo el 9% del plástico producido a nivel mundial se ha reciclado, el 12% se ha incinerado, y el 79% ha terminado en vertederos o el medio ambiente. Sin embargo, el enemigo no es el plástico en sí, sino la forma en que lo gestionamos.
El tiempo que permanece este material en el entorno es bastante, por ejemplo, una botella de plástico puede demorarse hasta 450 años en biodegradarse en el océano. Estas botellas están elaboradas de PET, que es un material 100% reciclable y su adecuada gestión puede transformarlo en un elemento fundamental de la economía circular, dándole una segunda vida útil.
Desde la Asociación de Industriales del Plástico (ASIPLA), la gerente general Magdalena Balcells explica que: “Nos encontramos con un material que tiene un montón de beneficios, pero con un gran efecto no deseado que se produce por nuestra actitud frente a este, ya que no hacemos un buen descarte del mismo. Sería muy relevante que todas las personas dispusieramos correctamente de nuestros residuos plásticos para que vuelvan a ser usados como materia prima».
Según ASIPLA, más del 90% de los tipos de plásticos son reciclables y no pierden sus propiedades originales. Un informe de Ecoplas -entidad especializada en plásticos y medio ambiente- explica la importancia del plástico en la economía circular: “Por sus características -livianos, versátiles y duraderos- los plásticos ayudan a ahorrar recursos esenciales como la energía y el agua en sectores estratégicos como el envasado, la edificación y construcción, el transporte y la energía renovable, entre otras. Además, las aplicaciones de plástico en el envasado contribuyen a reducir el desperdicio de alimentos”.
Ximena Bustos, encargada de análisis y ensayos, área de servicio y transferencia tecnológica del Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (CIPA) -centro científico y tecnológico de la región del BioBío, que trabaja continuamente con empresas nacionales y regionales en la preocupación de la valorización de los residuos-, comenta que nota esfuerzos desde las empresas para impulsar un avance hacia una economía circular.
“Un maravilloso ejemplo del aprovechamiento tecnológico de los plásticos reciclados es la fabricación de madera plástica -desarrollada por la Cooperativa Agrícola Coopemad Limitada-, que tiene la procesabilidad, versatilidad y resistencia de los materiales plásticos, pero con una apariencia más natural, capaz de adaptarse a diversas aplicaciones y usos, incluso en el sector construcción”, explica Bustos. Como este existen diversos casos que integran el plástico reciclado a nuevos productos para darles una nueva vida útil, amigable con el medio ambiente.
Magdalena Balcells (ASIPLA) comenta que se debe abordar la gestión de residuos de manera sistémica e integral para que una buena intención no termine siendo perjudicial. Es por esto que con la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) se abre un camino estable para contribuir de manera positiva en la gestión de residuos desde los productores, fomentando su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización.
Entre otras iniciativas adicionales para avanzar hacia una economía circular está el Pacto Chileno de los Plásticos, donde las empresas adherentes se comprometen voluntariamente al cumplimento de compromisos al año 2025, como eliminar los envases y utensilios plásticos de un solo uso. La propuesta de Acuerdo de Producción Limpia de Eco-etiquetado para envases y embalajes en el contexto de la Ley REP. Y la Hoja de Ruta de Economía Circular al 2040, en que se definieron 11 ejes de acciones concretas para avanzar hacia una economía circular.