- El fundador de esta empresa que está cambiando la forma de consumo cuenta los planes que tienen luego de la reciente alianza con Walmart, además de su expansión a varios continentes.
Por Josefa Zepeda
Creada en 2013, Algramo propone transformar la forma en que las personas consumen, ofreciendo un sistema de venta a granel, bajo el principio de acercar al consumidor a mejores productos. Todo esto, con menos intermediarios y a un precio justo. Esta innovadora empresa chilena, está por estos días selló una alianza con Walmart para ser la primera empresa en implementar un programa para la venta a granel en supermercados.
“Algramo comienza a partir de una observación de cuando yo estaba en la universidad. Me fui de la casa de mis papás a vivir con otros tres compañeros a la comuna de La Granja, y yo estaba a cargo de comprar y cocinar”, recuerda José Manuel Moller, fundador de Algramo, y agrega: “Empecé a comprar en formato pequeño en el almacén de barrio, porque teníamos poca plata, y ahí me di cuenta que gastamos muchísima más plata que mi mamá, por ejemplo, que compraba en formatos gigantes. A esa diferencia de precio por kilo o por litro, le pongo el nombre de impuesto a la pobreza”.
¿Qué buscan resolver entonces?
Algramo surge prácticamente a partir de esa observación y de la pregunta de por qué la gente paga más por menos cantidad. Estudié la cadena de producción y me di cuenta que el envase es un costo súper relevante que encarece el producto final para la familia, y calculamos que aproximadamente es un 40%, principalmente por el envase, entonces si logramos sacar el envase de la ecuación se pueden reducir mucho los precios de compra. Y partí con el objetivo de resolver este impuesto a la pobreza y eliminar la cantidad de desechos plásticos que se generan.
Con respecto a eliminar desechos plásticos, ¿cuál es el impacto medioambiental que ha generado?
Buscamos una equivalencia de cuánto plástico se está evitando. Por ejemplo, una botella de detergente equivale a 32 bolsas plásticas. Entonces, cada vez que alguien recompra, evita esa cantidad de plástico. Así hemos puesto equivalencias para mostrarle a la gente que no da lo mismo comprar o no de esta manera. Buscamos que el reciclaje quede obsoleto. Hoy día se plantea como una de las grandes soluciones, pero nosotros creemos que hay que apuntar un poco más allá, porque cuando uno reutiliza el envase no tiene la necesidad de que sea reciclado. Queremos que sea el último envase de tu vida.
Ustedes crearon un concepto que llaman “envase como billetera”. ¿Cómo esta idea llega a solucionar la mentalidad del envase desechable? y ¿cuál es el impacto que ha generado?
El concepto surge porque estamos en una crisis ambiental hasta el 2030, y todavía tenemos tiempo para resolverlo. Pero hay que cambiar los hábitos de consumo de manera radical. El problema es que la gente cambia los hábitos en mucho tiempo, entonces mi tesis plantea que la forma más rápida de cambiar un hábito es con un incentivo económico.
Me fijé en qué cosas de plástico tienen valor para nosotros y me acordé de la tarjeta Bip. Si tu vas caminando y te encuentras una botada, probablemente la recojas, porque es un medio de pago y puede tener plata guardada. Entonces, ¿por qué no convertir los envases en una tarjeta Bip?, es decir, que se convierta en un medio de pago, porque ahí sin duda va a ser un objeto de valor y no un desecho.
Lo que buscamos es cambiar la relación de las personas con sus envases y hemos visto una respuesta buenísima.
Sobre la alianza con Walmart que hicieron a mediados de abril, ¿cómo describirías el cambio de switch, de pasar del barrio a una gran cadena de retail?
Todos los años hemos seguido creciendo en almacenes de barrio. Hoy día estamos en más de 4.500 y el año pasado estábamos en 2.500. Pero nos dimos cuenta de que los cambios tienen que ser sistémicos, es decir, la gente tiene que tomar en todos lados este tipo de solución y eso significa estar en todos los canales posibles. Entonces estamos con un plan de crecimiento súper fuerte en almacenes y también decidimos entrar al retail porque nos dimos cuenta que ahí estaba el volúmen. O sea, si queremos hacer un cambio sistémico tenemos que estar donde está yendo la gente, y la gente compra en supermercado y compra en almacenes.
¿Harán lo mismo en otros países?
Estamos en un plan de expansión para salir fuera del país con estos mismo aliados, porque creemos que es la única forma de cambiar una industria.
En ese sentido, ¿crees que la colaboración es importante para lograr la economía circular?
No existe otra forma, porque no hay nadie que pueda resolver el problema por sí solo.Hemos visto cómo los países se han puesto de acuerdo en las cumbres ambientales. Creo que lo mismo tiene que pasar a nivel de empresa y emprendedores, porque sino no hay tiempo, esto tiene que ocurrir en seis años, y hoy día ya están los actores, si queremos hacer algo al respecto tenemos que estar dispuestos a conversar con ellos y ellas.
¿Qué planes tienen a futuro?
En términos geográficos, el año pasado comenzó un piloto en Nueva York. También estamos en conversaciones principalmente con Colombia y México, y estamos prontos a comenzar en Indonesia, que es un modelo totalmente distinto, pero es donde más plástico se está arrojando al mar, entonces tenemos un piloto con un operador local.