Con una superficie total de 7.725 m², la infraestructura está situada en la zona industrial de La Negra, en Antofagasta y tiene una capacidad de procesamiento de 2.200 neumáticos gigantes de 63 pulgadas al año
El fabricante francés de neumáticos, Michelin anunció el inicio de operaciones en Chile de su primera planta de reciclaje de neumáticos mineros, ubicada en la región de Antofagasta. Este proyecto marca un hito para la compañía, ya que es la primera instalación de este tipo a nivel mundial, enfocándose en la gestión y reciclaje de neumáticos fuera de uso de la industria minera, con el objetivo de promover un futuro más sostenible.
Con una superficie total de 7.725 m², la planta está situada en la zona industrial de La Negra, en Antofagasta. Esta ubicación estratégica le permite operar eficientemente dentro de una región que alberga gran parte de la minería del país. La planta tiene una capacidad de procesamiento de 2.200 neumáticos gigantes de 63 pulgadas al año, lo que evidencia su enfoque en manejar materiales de gran escala.
La planta, conocida como Michelin Specialty Materials Recovery (MSMR), fue fundada en 2020 y se dedica al corte y triturado de neumáticos mineros gigantes, convirtiéndolos en chips de caucho. Este proceso es un paso fundamental para la obtención de polvo de caucho micronizado, que es una materia prima renovable y reciclada. Este material no solo se utilizará en la fabricación de nuevos neumáticos, sino que también tiene aplicación en otros productos industriales.
Cabe recordar que la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) o Ley de reciclaje, incluye a los neumáticos como uno de los seis productos prioritarios. De hecho, esta categoría fue la primera en ponerse en marcha, una vez que sus reglamentos se aprobaran en enero del 2023. La legislación contempla metas de revalorización y reciclaje de neumáticos en dos grupos: A y B. En el primer ítem se incluyen los más comunes, con un aro inferior a 57 pulgadas. Y en el grupo B están os neumáticos mineros, con un aro igual a 45, 49, 51 pulgadas e iguales o mayores a 57 pulgadas. En estos, la REP contempla una gradualidad de reciclaje del 25% de los neumáticos que se ponen en el mercado, para llegar a un 100% en ocho años.
Por Antonia Bordas, geógrafa y asesora del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI).
La gestión de residuos domiciliarios en Chile enfrenta desafíos urgentes relacionados con la falta de infraestructura adecuada, gobernanza ineficiente y escasos incentivos económicos para promover el reciclaje y la economía circular. La solución requiere una política pública sólida que integre esfuerzos multisectoriales, fomente la participación ciudadana y garantice condiciones laborales dignas para los recolectores.
Según cifras del Ministerio del Medio Ambiente, en el país se generan alrededor de 8,1 millones de toneladas de residuos sólidos domiciliarios al año y, de ese volumen, menos del 5% es reciclado. Esto demuestra que existe una falta de infraestructura suficiente para la separación en origen, la recolección diferenciada y el procesamiento de materiales reciclables.
Uno de los principales problemas es la dependencia de los vertederos y rellenos sanitarios, que reciben más del 90% de los desechos. Chile cuenta con 130 sitios de disposición final, pero muchos están alcanzando el fin de su vida útil, lo que genera crisis como la de Ancud, donde los residuos deben ser transportados cientos de kilómetros al norte, hasta Los Ángeles. Esto pone en evidencia la urgencia de contar con una planificación territorial efectiva.
Otro aspecto clave es la planificación territorial, fundamental para la localización estratégica de rellenos sanitarios y estaciones de transferencia. La ausencia de planificación ha provocado que muchas comunas se resistan a la instalación de estas infraestructuras. Por eso, es vital la participación ciudadana y criterios ambientales que minimicen los impactos.
Además, es urgente tomar medidas, pues los proyectos de infraestructura en este ámbito pueden tardar años en materializarse. La falta de acción inmediata solo agravará la crisis, generando problemas sanitarios y ambientales. El financiamiento es una barrera crítica. Actualmente, los municipios gastan más de $ 418.000 millones anuales en la recolección y disposición de residuos, pero más del 60% de la población no paga por el servicio. Sin recursos adicionales, resulta difícil transitar hacia un modelo más eficiente y sostenible.
Al mismo tiempo, es fundamental fortalecer la infraestructura de reciclaje, lo que incluye la instalación de más plantas de tratamiento, centros de acopio y puntos limpios. La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, es un avance, pero su implementación aún requiere un apoyo estatal y municipal más robusto.
Más allá de la infraestructura, la educación ambiental juega un rol clave. Es necesario fomentar hábitos responsables en la ciudadanía, promoviendo la reducción, reutilización y reciclaje como pilares. Campañas educativas, incentivos económicos y sanciones por mala gestión son herramientas que podrían contribuir a generar un cambio cultural.
En suma, vemos que la gestión de residuos en nuestro país requiere una combinación de infraestructura adecuada, normas efectivas y una ciudadanía comprometida. Solo así podremos avanzar hacia un modelo sostenible que reduzca el impacto ambiental y mejore la calidad de vida.
Organizada por Reciclapp y Entel, la iniciativa «E-Week 2025» durará hasta el 28 de febrero, donde más de 400 mil familias podrían beneficiarse. El objetivo del proyecto es concientizar sobre el e-waste.
Hasta el 28 de febrero, Reciclapp y Entel invitan a los chilenos a participar en la cuarta versión de su campaña de reciclaje electrónico, E-Week 2025, cuyo objetivo es promover la economía circular y reducir la huella ambiental generada por los desechos electrónicos. Los interesados pueden solicitar el retiro gratuito de artículos electrónicos en desuso directamente en sus hogares, beneficiando a más de 400 familias de la Región Metropolitana y algunas ciudades del país, como Viña del Mar, Valparaíso, Concepción, Talcahuano, San Pedro de la Paz y Temuco.
Para ser parte de la iniciativa, los participantes solo deben inscribirse en el sitio web somosreciclapp.com hasta el 28 de febrero. Una vez registrados, el equipo de Reciclapp contactará a los usuarios a través de WhatsApp para coordinar el retiro de sus residuos electrónicos.
Cabe recordar que los Artículos Eléctricos y Electrónicos, corresponde a una de las categorías de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) o Ley de Reciclaje. Sin embargo, los reglamentos para este tipo de elementos aún no han sido aprobados, por lo que se encuentra pendiente su aplicación.
La campaña busca generar conciencia sobre la creciente cantidad de basura electrónica que se produce y cómo esta puede ser reciclada de manera segura y accesible para todos. Para este año se espera recuperar 3,5 toneladas de basura tecnológica.
Los artículos recolectados serán llevados a plantas de reciclaje autorizadas, donde se clasifican y procesan para recuperar materiales valiosos, como metales, plásticos y vidrio, y se gestionan adecuadamente los componentes peligrosos como baterías y sustancias tóxicas.
Por Consuelo Romano Nazer, directora Ejecutiva de Fundación Lepe e Ingeniera Agrónoma con experiencia en desarrollo local, emprendimiento, proyectos de cooperación al desarrollo, nuevas economías.
Este 2024 trajo excelentes noticias para el turismo: según el Barómetro de ONU Turismo, esta industria recuperó mundialmente sus cifras pre-pandemia y Chile no es la excepción. Sernatur confirmó más de 5 millones de llegadas extranjeras en 2024, la mejor cifra desde antes del covid.
En cuanto al turismo interno, Sernatur proyecta entre 25 y 30 millones de viajes con pernoctación para la temporada alta 2025. Esta excelente proyección invita también a reflexionar sobre cómo gestionar este flujo de personas para mantener la armonía en los destinos, donde el turismo regenerativo cobra especial relevancia. El turismo regenerativo busca poner al destino en el centro de la experiencia. Esto implica, entre otras cosas, la colaboración activa de las comunidades locales en la planificación y gestión del turismo; generar un beneficio económico que fortalezca sus capacidades; y la preservación o revitalización de las culturas locales y del patrimonio biocultural de los territorios. Un ejemplo de esta filosofía, es la labor que se realiza en el Valle del Aconcagua con el programa Vivo Curimón, de Fundación Lepe, que a través del trabajo con la comunidad y alianzas con actores clave del territorio, buscan preservar y mantener el patrimonio cultural y natural de dicho lugar.
Una iniciativa fundamental, es el aula al aire libre, que trabaja con las comunidades escolares para realizar actividades en la naturaleza, complementando el currículum del Ministerio de Educación y conectando a los estudiantes con su patrimonio. También destaca la Escuela de Guías Turísticos del Valle de Aconcagua, -impulsada en conjunto con el Programa Territorial Integrado (PTI) de Corfo y la Universidad de Valparaíso- que capacita guías locales con conocimiento especializado, promoviendo un turismo respetuoso y centrado en la identidad del territorio. Estos proyectos se complementan con un sendero interpretativo en el Parque Natural Cerro San Francisco, cerro isla ubicado en Curimón, San Felipe; que ahora cuenta con una guía de flora, fauna y funga nativa; además de audios para autoguiados; y paneles educativos de la localidad.
Otra iniciativa que refleja la valorización local, se ubica en la región del Maule y trabaja en torno a la ruta ferroviaria Ramal Talca Constitución. Este proyecto ejecutado por ONG Surmaule y apoyado por Fondo Común de Fundación Lepe, busca conservar la identidad cultural del último sistema ramal ferroviario de Chile. No solo fomenta el desarrollo económico, sino que también fortalece el tejido social y potencia la identidad del territorio.
Por lo tanto, frente a esta alegre demanda turística estival, la invitación es a vincularnos más profundamente con los lugares que visitamos, respetando, pero además potenciando sus economías, sus comunidades, la cultura local y la armonía entre la naturaleza y el desarrollo humano.
La cifra agrupa el reciclaje de plástico PET de las botellas en los servicios a bordo domésticos en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú; y tetrapak de las cajas de Brasil y Chile.
El Grupo LATAM logró reciclar 280 toneladas de residuos de su servicio a bordo en vuelos domésticos de su operación en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. La cifra -equivalente a 14 millones de botellas de plástico- agrupa el reciclaje de plástico PET de las botellas de agua y bebidas gaseosas, y tetrapak de las cajas de lácteos y jugos, como resultado de su programa “Recicla tu viaje”, en que la tripulación de Brasil, Chile y Perú segrega los residuos generados en cada vuelo, mientras que en Colombia y Ecuador esto es realizado por los aeropuertos, para que en ambos procesos los residuos puedan ser entregados a empresas especialistas, para su tratamiento.
La incorporación de reciclaje de tetrapak en Chile y Brasil, permitió que LATAM lograra superar en 64% lo reciclado en toda la operación a bordo en 2023 y que en total, en los últimos dos años, consiguiera reciclar 450 toneladas de residuos.
Cabe destacar que LATAM está realizando pilotos para implementar la segregación y reciclaje de otros elementos utilizados en los vuelos, como vasos de cartón, cubiertos de bambú y servilletas. Lo anterior, en coherencia con una mirada más amplia del reciclaje en cada uno de los puntos de contacto con el pasajero y en toda su operación, lo que también considera las salas LATAM Lounge. Sólo en el Lounge del aeropuerto de Santiago de Chile, se produjeron 455 toneladas en un año, y LATAM llegó a reciclar el 76%, lo que incluye el compostaje de cáscaras de naranja, alimentos no consumidos por pasajeros y restos orgánicos de las cocinas, entre otros.
Lanzado en Chile en 2019 y reactivado oficialmente en 2021 -tras la pandemia-, “Recicla tu viaje” es un programa de LATAM con que el grupo se compromete a la identificación y separación de residuos como los plásticos PET y tetrapak que resultan del servicio a bordo en sus vuelos, por ahora domésticos.
Los residuos son entregados a un proveedor el cual se encarga de recibirlos, tratarlos y transportarlos a diferentes puntos de reciclaje, todo bajo un proceso que ofrece indicadores claros y que permite una trazabilidad precisa, para determinar el cumplimiento y avances. En el caso de las botellas de plástico PET, la mayor parte son destinadas a la fabricación de bandejas, botellas o envases, fibras textiles y así, finalizar con su reciclaje.