por Claudio Macias | Jun 14, 2024 | Opinión
- Por Felipe Sepúlveda Lepe, presidente del Directorio de Fundación Lepe.
El pasado 7 de junio, se llevó a cabo el VI Foro Internacional de Biodiversidad y Economía Circular, promovido por la Cámara Verde y la US Green Chamber of Commerce. Un espacio de diálogo intersectorial, que tuvo lugar en 4 países: México, Colombia, Perú y Chile.
Fundación Lepe, compartió experiencias en el foro de “Finanzas Verdes”, junto a la dirección regional de Corfo Metropolitano y la gerencia de Banca Ética Latinoamericana. En este interesante diálogo de una triada público, privada y civil, donde los puntos comunes estuvieron en el desarrollo productivo sustentable, la regeneración social y ambiental, y la colaboración, destaca además un punto clave: el uso consciente del dinero. En la vida cotidiana nuestras decisiones financieras no están únicamente determinadas por la rentabilidad, también se ven influidas por la generación valor y ahí es donde se hace necesario situar al planeta y a la naturaleza en el centro del sistema financiero.
Este llamado, no sólo es un anhelo de una mesa verde, es un compromiso que adquirieron cerca de 200 gobiernos, tras el cierre de la COP 15 en 2022 donde se firmó un acuerdo para hacer frente a las principales causas de la pérdida de recursos naturales y garantizar que, para 2050, se cumpla la visión compartida de vivir en armonía con la naturaleza.
Para que ese compromiso se cumpla, las acciones concretas además de ser asumidas por una diversidad de actores, deben ser validadas por sistemas de consenso, donde destaca la iniciativa global “TNFD” The Taskforce on Nature-related Financial Disclosures, un grupo de trabajo sobre divulgación de información financiera relacionada con la naturaleza.
La TNFD es una iniciativa mundial impulsada por el mercado, basada en la ciencia y respaldada por los gobiernos. Entrega recomendaciones y orientaciones para que las distintas organizaciones tengan lineamientos para actuar ante la evolución de las dependencias, impactos, riesgos y oportunidades relacionados con la naturaleza.
Esta iniciativa ha sido capaz de sistematizar nuestra interdependencia con la naturaleza, desde un lenguaje organizacional. En la medida en que quienes trabajamos en sustentabilidad y regeneración seamos capaces de lograr lo mismo, podremos ampliar el impacto. Esto, de la mano de la colaboración, donde la filantropía, el sistema público y el capital de riesgo privado, se unen con la convicción de generar un valor y hacer fluir la inversión y el sistema financiero hacia el cuidado del planeta y la mejora en la calidad de vida de las personas.
por Claudio Macias | Ene 9, 2024 | En los espacios públicos
- Son siete las iniciativas ganadoras, de diversas regiones del país, que recibirán hasta 30 millones de pesos, además de asesoría técnica y comunicacional.
Una nueva generación de proyectos comunitarios, colaborativos y socioambientales fueron los ganadores del programa Fondo Común Regenerativo de Fundación Lepe, que en su cuarta versión, a diferencia de las anteriores, tuvo un carácter regenerativo, y apoyará iniciativas de las regiones de Valparaíso, Metropolitana, Maule, Biobío, Los Ríos y Aysén, quienes recibirán hasta 30 millones de pesos, además de asesoría técnica y comunicacional.
Fondo Común Regenerativo 2023 recibió 327 postulaciones en agosto del año pasado, cuando se cerró la primera fase de convocatoria abierta a todo el país. Luego de tres etapas evaluación -que incluyó visitas en terreno a los 16 proyectos finalistas- la elección final estuvo a cargo de un jurado compuesto por miembros del directorio de Fundación Lepe y por un equipo técnico, donde participó Eduard Müller, presidente y rector de la Universidad para la Cooperación Internacional en Costa Rica y fundador de la Escuela Latinoamericana de Áreas Protegidas (ELAP); Nicole Vergara, co-fundadora de Fundación Mingako (ganadores del Fondo Común 2019), organización reconocida como uno de los cinco emprendimientos sociales con mayor impacto e innovación en América Latina; y María José Montero, directora en Ameris Capital AGF y directora titular de la Asociación Chilena de Administradoras de Fondos de Inversión (Acafi).
Los siete proyectos que serán apoyados por Fondo Común Regenerativo son:
- Conectando Agua: Regeneración Parque La Reserva, Región de Valparaíso. En el parque La Reserva de Peñablanca, ubicado en Villa Alemana, el grupo Restauración Ecológica Villa Alemana (REVA), trabaja desde hace algunos años en mantener la biodiversidad del Parque, controlando la erosión del suelo, ampliando y cuidando las especies nativas del lugar, transmitiendo, a través de educación ambiental, los conocimientos a la comunidad del cuidado del medio ambiente. Su proyecto trabajará en restaurar y fortalecer el ecosistema del parque mediante la aplicación de técnicas de captación e infiltración de aguas y la ejecución de iniciativas de fortalecimiento de las capacidades comunitarias medioambientales.
- Sendero Ecológico Humedal Mapocho Urbano de Talagante, Región Metropolitana. Durante el 2021, un grupo de jóvenes vecinos del sector de Talagante se propusieron crear el sendero ecológico humedal urbano Mapocho Talagante, un lugar en la rivera del río lleno de biodiversidad y que estaba siendo mal utilizado para dejar escombros y basura. Hoy buscan fortalecer lo creado y con Fondo Común Regenerativo esperan seguir reforestando el sector con especies nativas a través del método miyawaki, involucrando a la comunidad en el proceso y a diferentes grupos de interés facilitando prácticas de desarrollo integral y reconexión con la naturaleza.
- Ruta Turística Rural Ramal Talca-Constitución, Región del Maule. El ramal ferroviario de Talca a Constitución, el último en operación en Chile, se erige como un testimonio histórico de la conexión entre distintas localidades a lo largo del tiempo. En la actualidad, las diferentes comunidades que habitan en esta ruta, con la ayuda de la ONG SurMaule, trabajan por impulsar el turismo rural y las tradiciones del campo chileno. Con Fondo Común Regenerativo se potenciará el desarrollo del Turismo Rural Comunitario, buscando revivir la vitalidad de las comunidades a lo largo del territorio conectado por el Ramal Talca-Constitución. Con este proyecto, se aspira a impulsar el desarrollo sostenible, generando oportunidades económicas y promoviendo la preservación de la identidad local a través del turismo responsable y sustentable mediante la articulación de esfuerzos locales, la promoción del comercio justo y la consolidación del territorio como un atractivo destino turístico.
- Buena Cabra Prevención de Incendios – Región del Biobío. El proyecto «Buena Cabra» es una innovadora iniciativa en Chile para combatir incendios forestales de manera ecológica, a través de cortafuegos naturales gracias a la presencia estratégica de rebaños de cabras, quienes se encargan de consumir selectivamente la vegetación, reduciendo así el riesgo de propagación de incendios al eliminar el combustible vegetal. Este enfoque fue puesto a prueba con éxito durante los devastadores incendios que afectaron la comuna de Santa Juana en el verano de 2023, donde el 55% de su territorio resultó quemado. Con Fondo Común Regenerativo, el proyecto impulsado por Buena Cabra espera promover el uso de prácticas de pastoreo estratégico como una herramienta ecológica para la creación de cortafuegos y desarrollar capacidades en las comunidades campesinas, dotándolas de conocimientos y recursos para la prevención efectiva de incendios forestales, rurales u otras zonas vulnerables, fortaleciendo la resiliencia ante los desafíos medioambientales.
- Semilla Austral: preservando la biodiversidad de las semillas en Chile – Región de Los Ríos. Semilla Austral es una cooperativa comprometida con la preservación de la biodiversidad de las semillas en Chile. Conformada por 34 familias guardianas distribuidas a lo largo del país, su labor se centra en la revalorización, reproducción y circulación de semillas, así como en la preservación de los conocimientos campesinos-tradicionales. Todo esto se realiza bajo los principios de la agroecología y la permacultura. Este enfoque no solo resalta el compromiso de Semilla Austral con la preservación de semillas y saberes, sino que también pone un énfasis significativo en la importancia de la seguridad alimentaria. A través del Fondo Común Regenerativo, Semilla Austral busca fortalecer, tanto técnica como organizacionalmente, el nodo sur de la cooperativa, para reproducir y comercializar semillas tradicionales, garantizando su calidad agroecológica y orgánica.
- Cooperativa La Manzana – Región de Los Ríos. La Cooperativa La Manzana, ubicada en la Región de Los Ríos, es una organización que agrupa a personas que buscan consumir de manera saludable y consciente los recursos del planeta, la que combina la gestión empresarial con los principios de consumo responsable. Con Fondo Común Regenerativo, buscan fortalecer la producción de legumbres agroecológicas producidas por agricultoras, ubicadas en las regiones donde se ubica, dando respuesta a la demanda de legumbres de la cooperativa y entregando una solución productiva concreta a las productoras ante la falta de agua.
- El Río Con-voca – Región de Aysén. En Cochrane, al sur de la región de Aysén, un grupo de jóvenes busca fomentar una conexión respetuosa con la naturaleza, promoviendo prácticas sostenibles, a través del turismo responsable y la educación ambiental. Sus esfuerzos se centran en preservar la riqueza natural de la zona, a través de estrategias que no solo educan, sino que también involucran activamente a la comunidad en la toma de decisiones para garantizar un futuro sostenible. Con Fondo Común Regenerativo buscarán fortalecer el lazo comunitario en torno al río Cochrane para el beneficio del ecosistema. Este proyecto innovador se sustenta en acciones de educación ambiental, diseño participativo, turismo responsable y una sólida gobernanza, buscando crear un impacto positivo y duradero en la región.
Entre el 3 y el 4 de enero del 2024 se realizará una jornada de co-creación en la cual se reunirán parte de los equipos de los 7 proyectos seleccionados para celebrar, compartir experiencias y profundizar en herramientas de planificación y gestión de proyectos bajo un enfoque regenerativo.
por | Jul 5, 2023 | Opinión
Por Marisol Garrido, directora de Operaciones de Séché Group Chile y socia de ANIR.
Caminamos ahí, nos alimentamos de ahí, plantamos ahí, vivimos y morimos ahí. No tan solo nosotros, sino la vida vegetal y animal se sustenta en el suelo, y que además de proporcionar los nutrientes, agua y minerales para su desarrollo, es reservorio de carbono, cumpliendo un rol fundamental en las iniciativas de descarbonización y ayudando a la mitigación del cambio climático.
Tal vez lo damos por sentado o pensamos que podemos extraer recursos sin fin, pero no es así. El suelo es un recurso finito, al igual que los minerales o combustibles que encontramos en él. Este alberga el 25% de la biodiversidad del planeta y cada vez se va degradando y perdiendo más. Según datos de la ONU, cada año desaparecen más de 24.000 millones de toneladas de suelo fértil y, además, la escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial, esperándose que este porcentaje siga aumentando.
En el contexto nacional, de acuerdo a datos de Conaf, recopilados del Reporte Nacional de Degradación de Tierras (2020), 23% de hectáreas a nivel nacional se encuentran con riesgo de desertificación “alto” y “muy alto”. El panorama respecto a la sequía tampoco es optimista, considerando la baja de precipitaciones en la zona central, donde reside un 70% de la población. El déficit de lluvias acumulado entre Coquimbo y el Maule supera el 60% de acuerdo a la Dirección Meteorológica (DMC).
Esto implica que el camino hacia la rehabilitación y regeneración de los suelos se hace cada vez más lejano y que la degradación se impone a un ritmo casi imparable. Incluso, “algunos expertos afirman que el número de años de cobertura del suelo restante en el planeta es comparable a las estimaciones de reservas de petróleo y gas natural” (FAO).
A nivel local, se está avanzando en iniciativas como el anteproyecto de la norma primaria de calidad ambiental para suelos de Chile, que actualmente está en proceso de consulta pública, sin embargo, el uso y gestión del suelo puede trabajarse desde ahora. La gestión sostenible de esta matriz cuesta menos que la rehabilitación o la restauración de las funciones de la misma, entonces ¿vamos a seguir esperando?
Es necesario que pasemos a la acción y no postergar el cuidado de este recurso agotable que nos nutre día a día, tanto a nosotros como a los demás seres vivos. El llamado es no tan solo a recordar su importancia en esta efeméride ambiental, sino que posicionar el tema en el corto plazo para establecer planes y acciones concretas que nos permitan mejorar las cifras de desertificación y sequía en el mundo.