Asipla: “La capacidad total de reciclaje del plástico en Chile es suficiente hasta el segundo año de la Ley REP”
- “De ahí en adelante, necesitamos desarrollar más capacidad”, señaló Magdalena Balcells, gerente general de Asipla, el gremio que reúne a los industriales del plástico.
Con un consumo total de plástico en Chile de 1 millón 357 mil toneladas al año, incluyendo plástico nuevo y reciclado, en el 2022, nuestro país recicló un 7,8%, equivalente a 106 mil toneladas. “Cerca de la mitad del plástico consumido en Chile es susceptible de ser reciclados”, destacó Magdalena Balcells, gerente general de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla), en conversación con Piensa Circular, en Radio Cooperativa, al comentar sobre el reciente estudio que midió el reciclaje de plástico en Chile entre 2020 y 2022.
- ¿Por qué es tan baja la tasa de reciclaje en Chile?
En los últimos años la data que generamos en Asipla es la fuente y línea base para toda la estadística de la industria del plástico en Chile. A partir de los datos de importaciones y exportaciones de Aduanas calculamos anualmente el consumo aparente y, cada dos años, hacemos la estadística del reciclaje.
La base de comparación del estudio del 2020 era muchísimo más baja por un cambio metodológico. En ese minuto todavía no incluíamos el material reciclado en Chile como parte del cálculo del consumo aparente.
Para establecer qué porcentaje reciclamos, tomamos el total de toneladas de plásticos que consumimos, que en el 2022 fue de 1.357.000 tons. Cuando hicimos el estudio del 2020, la base era de 930 mil tons. Entonces, la diferencia, que es alta, tiene que ver con un poco de crecimiento, con el cambio metodológico y con el cambio de los códigos arancelarios.
Estamos en menos de un 8% y la vez anterior estábamos en un 9,3%. O sea, pareciera que bajó, pero lo interesante es mirar de reciclado a reciclado, y ahí tuvimos un crecimiento interesante. Creció en un 15% entre 2020 y 2022 (de 96.716 tons. año a 106.870 tons. año), mientras que entre 2018 y 2020 el crecimiento fue de un 11%.
- ¿Qué porcentaje de plástico se recicla en países de la OCDE? ¿Qué medidas estamos tomando como país para avanzar hacia esos porcentajes?
De acuerdo con el Global Plastics Outlook de la OCDE, la producción mundial de plásticos secundarios procedentes del reciclaje ha crecido de manera exponencial en los últimos 20 años, pese a que todavía representan solamente el 6% de la materia prima total consumida a nivel global.
Por otro lado, los países que han logrado impulsar y fortalecer su oferta de plástico reciclado, son aquellos que además de contar con algún esquema de responsabilidad extendida del productor, se han preocupado de generar demanda por resinas secundarias con incentivos para que los nuevos productos tengan contenido reciclado y han ido incorporando tecnologías de punta para el reciclaje.
Podemos ver que en Chile, con la ley REP, la ley de Plásticos de un Solo Uso, la Hoja de Ruta de Economía Circular al 2040, el Pacto Chileno de los Plásticos, entre otros, estamos construyendo la base para avanzar hacia la economía circular como plantea el informe de la OCDE, pero no podemos olvidar que estamos recién comenzando con las mismas buenas prácticas de los países europeos, pero 40 años más tarde.
En el Circularity Report 2022, de Plastics Europe, ya se comienza a ver la luz al final del túnel. Respecto del 2018, en 2020 hubo un aumento del 43% en el plástico reciclado utilizado en envases y embalajes; desde el 2016 la exportación de residuos plásticos cayó en un 50%, lo que se traduce en un claro impulso a recolectar y reciclar dentro de los países; o datos como que si los flujos de materiales reciclados llegan segregados desde los hogares, aumenta en 13 veces su tasa de reciclabilidad, entre otros hallazgos. Sin embargo, aún después de 40 años desde que comenzaron con esquemas REP, todavía quedan desafíos y problemáticas que resolver.
- ¿Todo el plástico se puede reciclar?
Casi todo el plástico se puede reciclar y se recicla muy bien. No todos los plásticos que usamos son susceptibles de salir y estar disponibles para ser reciclados inmediatamente. Del 1 millón 357 mil toneladas (de plástico que se consume en Chile), cerca del 48% se destinan a envases y embalajes, y esos son los plásticos que señalamos que son susceptibles de ser reciclados. Hay más plásticos que pueden ser reciclados, pero no está tan sistematizada su recolección. En envases y embalajes tenemos principalmente 3 variedades de plástico, que son el PET, el polipropileno y el polietileno de baja y alta densidad. Ese grupo de plásticos están siendo altamente reciclados y tienen buen valor de mercado.
- La capacidad total de reciclaje en Chile hoy es de hasta 155 mil toneladas de plástico. ¿Es suficiente para cumplir con las metas de la Ley REP?
Hasta el segundo año, sí. De ahí en adelante necesitamos generar mucho más capacidad. Como no es rápido, son planes que deben surgir ahora. El estudio que presentamos es un hito porque es el último sin ley REP de envases y embalajes de implementación directa. En octubre de 2024 vamos a tener un primer año de medidas en base a la contabilización de metas de la REP.
- Sabemos que CCU anunció la construcción de una fábrica y que Coca-Cola está en lo mismo. ¿Qué otras empresas están hoy día haciendo algo para invertir que nos permita hacernos cargo de las metas de reciclaje y valorización?
Estamos super contentos con las inversiones que está haciendo CCU y Coca-Cola, porque éramos de los pocos países en la región que no teníamos una planta con esa tecnología, conocida como bottle-to-bottle, que permite llevar el plástico PET reciclado a grado alimenticio. Ese es el gran desafío en el reciclaje de plástico que provienen de empaques, de si pueden o no estar en contacto con alimentos. En el PET existe esta tecnología, está masificada y en Chile no la teníamos. Gracias a la Ley de Plásticos de Un Solo Uso, que tiene una norma que fuerza a las embotelladoras a partir del 2025 a incorporar un porcentaje de reciclado en Chile, de botella a botella, se producen estas inversiones.
Pero eso no es lo habitual. Lo habitual es que el reciclaje lo hagan empresas distintas a las marcas. Es el caso de los otros productos, como yogures, bolsas de arroz o de tallarines, por ejemplo. Cuando miramos esos otros plásticos, vemos que ha disminuido la cantidad de empresas, pero se han consolidado y han crecido las que quedan. Han ido incorporando tecnologías que no tenían para abordar lo que viene de los domicilios, que es mucho más complejo respecto a lo que viene de la industria, que está limpio y ordenado, e incluso separado por tipo.
Por ejemplo, hace tiempo se empezó a invertir en centrífugas para limpiar sin agua. Se está consolidando la industria existente, pero necesitamos que haya mayor desarrollo, sobre todo a nivel regional.
Pero eso no es lo habitual. Lo habitual es que el reciclaje lo hagan empresas distintas a las marcas. Es el caso de los otros productos, como yogures, bolsas de arroz o de tallarines, por ejemplo. Cuando miramos esos otros plásticos, vemos que ha disminuido la cantidad de empresas, pero se han consolidado y han crecido las que quedan. Han ido incorporando tecnologías que no tenían para abordar lo que viene de los domicilios, que es mucho más complejo respecto a lo que viene de la industria, que está limpio y ordenado, e incluso separado por tipo. Por ejemplo, hace tiempo se empezó a invertir en centrífugas para limpiar sin agua. Se está consolidando la industria existente, pero necesitamos que haya mayor desarrollo, sobre todo a nivel regional.
- ¿Qué inversión se necesita?
Es difícil hablar de cuál es la inversión necesaria para poder avanzar con el cumplimiento de metas de la Ley REP, porque hay muchos frentes en los cuales se requiere inversión para asegurar que los sistemas de gestión puedan disponer de la infraestructura y capacidades de recolección, clasificación y valorización de residuos a lo largo de todo el país.
En la actualidad la infraestructura disponible se encuentra en la Región Metropolitana y en la zona centro del país, lo que no es suficiente para dar cobertura a todo el territorio ni para el cumplimiento de las metas. No tiene sentido transportar residuos recolectados en el sur y norte para luego ser clasificados y valorizados en el centro, porque además de ser ineficiente y tener un altísimo costo logístico, hay un impacto en emisiones de gases de efecto invernadero que también hay que considerar.
En preparación a la ley REP todo el ecosistema ha estado trabajando en ampliar la cobertura y en aumentar la capacidad de gestión y valorización.
Por ejemplo, si miramos el proceso de clasificación -un eslabón clave para que la cadena de valor del reciclaje de residuos y su valorización sea eficiente y sostenible en el tiempo- hoy se está terminando de construir en Santiago una planta de clasificación automatizada y con tecnología de punta que será capaz de procesar 40 mil toneladas al año, con una inversión que bordea los US$ 25 millones. Y las plantas de clasificación solamente se hacen cargo de una parte del proceso.
La infraestructura disponible hoy en Chile es insuficiente y se va a requerir de mucha más inversión para desarrollar la necesaria cadena de recolección, clasificación y valorización a lo largo del todo el país.
- Perciben uds que la ley REP ha penetrado en la gente, ha sido bien entendida…
A nivel comercial e industrial, la ley REP la sabemos como si fuera un jingle de moda. Pero a nivel de ciudadanía falta, por varias razones.
Por un lado, la tarea de ir dando a conocer es colaborativa, no fácil, del Ministerio de Educación, de Medio Ambiente, de los Sistemas de Gestión e ir entregando un relato común, que no sea confuso. Por otro lado, no necesitamos que la gente entienda que la ley REP se llama así, sino que necesitamos que las personas entiendan qué se puede reciclar y qué no de lo que desecha en su casa… y qué lo haga.
Además, es clave que salga el reglamento de etiquetado de reciclabilidad, que hoy está siendo trabajado en el MMA. Con ese reglamento, los dueños de marcas o quienes ponen los productos en el mercado, van a ser capaces de poner un sello que por un lado te muestra que ese producto es reciclable y por el otro te muestra de qué forma se recicla.
Hoy en día deberíamos ser capaces de reciclar los plásticos clasificados con 1, 2, 4, 5 y 6. O sea, es harto. Sólo dejé el 3 afuera, que es el PVC, que no es que no se pueda reciclar, sino que su reciclaje es sólo molienda, porque cuando se somete a calor expele gases que son tóxicos.
- Y el número 7, que es todo lo que no entra en los resto de los números…
Ahí tenemos un montón de temas, porque va a salir otro reglamento, que está asociado a la Ley de Plásticos de un Solo Uso. Ese reglamento va a especificar qué son los plásticos certificados o compostables. Y los plásticos compostables siguen otro camino, separado de los reciclables. Como hoy día no sabemos aún qué es lo que se exige cuando hablamos de plástico certificado, cae en el número 7 y se va al basurero.
- Además está el problema de que hoy conviven varios estándares para el reciclaje domiciliario. En algunos puntos separan todos los plásticos, mientras que en otros sólo emplean una separación de tres tipos de reciclaje. Eso confunde también a la ciudadanía.
Cuando se empiezan a contabilizar las metas para el cumplimiento de la Ley REP, en octubre pasado, no todas las comunas partieron desde cero, puesto que había algunas que habían comenzado años antes con esquemas de recolección segregada desde los hogares.
Si bien esto es positivo y un tremendo avance en el sentido que fue generando sensibilización y hábitos de reciclaje en la ciudadanía, cada municipio instauró sus propios sistemas sin que primara un criterio de estandarización a nivel nacional o territorial.
Entonces hoy hay que hacer convivir varios sistemas, apuntando obviamente a una estandarización donde, idealmente los residuos reciclables de los hogares se separan en tres flujos separados, replicando el estándar europeo, donde el azul es para papel y cartón, el verde para vidrio y el amarillo para residuos livianos en donde se encuentran todos los plásticos, el cartón para bebidas, el aluminio y la hojalata. De esta forma se recupera mucho más material y el pretratamiento y clasificación son muchísimo más eficientes.
Escucha la entrevista también en formato de podcast en Spotify. Esta entrevista se complementa además con preguntas adicionales cuyas respuestas fueron entregadas de forma escrita por Magdalena Balcells.