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Lego abandonará la fabricación de sus piezas con plástico reciclado

Lego abandonará la fabricación de sus piezas con plástico reciclado

  • La empresa de juguetes señaló que sus esfuerzos por reducir las emisiones de carbono no han tenido buenos resultados al usar plástico reciclado o PET. Estudiarán el uso del e-metanol, conocido como metanol verde, según constatan medios europeos.

Según el medio Euronews, el fabricante de juguetes Lego ha abandonado sus planes de fabricar ladrillos de plástico reciclado tras constatar que estos materiales provocan mayores emisiones de carbono. La empresa danesa comunicó el lunes, en una entrevista que el CEO de la compañía, Niels Christiansen, concedió al medio británico Financial Times, que «ha decidido no seguir adelante» con la fabricación de sus característicos ladrillos de colores a partir de botellas de plástico reciclado de tereftalato de polietileno, conocido como PET.

Tras más de dos años de pruebas, «descubrió que el material no reducía las emisiones de carbono». Aún así, señala Euronews, el mayor fabricante de juguetes del mundo afirmó que sigue comprometido con su búsqueda de materiales sostenibles para sus ladrillos Lego, fijando como fecha límite el año 2032.

De acuerdo al medio ABC, Lego comenzó a cambiar el polietileno como materia prima en 2018 por otros materiales de origen vegetal, como restos de plantas, árboles y a partir del biopolietileno obtenido de la caña de azúcar, un reto al que dedicaron seis años de investigación. Sin embargo, la cantidad de emisiones y la dificultad para crear ladrillos duraderos y fáciles de montar y desmontar ha supuesto un punto de inflexión para la compañía.

Euronews agrega que hace dos años, la compañía empezó a investigar una posible transición a botellas de plástico reciclado del tipo PET, cuya calidad no se degrada al reciclarse. La compañía declaró que había invertido «más de 1.200 millones de dólares en iniciativas de sostenibilidad» como parte de sus esfuerzos por realizar la transición a materiales más sostenibles y reducir sus emisiones de carbono en un 37% para 2032.

La empresa afirmó que «actualmente está probando y desarrollando ladrillos Lego fabricados con una serie de materiales sostenibles alternativos, incluidos plásticos reciclados y otros fabricados a partir de fuentes alternativas como el e-metanol».

El e-metanol, conocido como metanol verde, es producido a partir de fuentes con bajas emisiones contaminantes, incluso llegando a cero emisiones de gases de efecto invernadero. Se fabrica, por ejemplo, a partir de la gasificación de biomasa o de electricidad renovable, como sería el caso de mezclar hidrógeno verde (producido por electrólisis con energías renovables) y dióxido de carbono (CO2) capturado o extraído de la atmósfera.

Se estima que este combustible puede ser una alternativa sostenible para la industria del plástico o el transporte marítimo. La naviera Maersk está realizando esfuerzos serios para producir su propio combustible verde, contribuyendo a la descarbonización del sector marítimo.

Fábrica Lego
Envases de plástico reciclado: la tendencia que se impone en el delivery y la exportación de alimentos

Envases de plástico reciclado: la tendencia que se impone en el delivery y la exportación de alimentos

  • En sólo 45 minutos, por medio de tecnología de punta, empresas chilenas están convirtiendo botellas de plástico PET reciclado en materia prima para nuevos recipientes altamente resistentes y que se vuelven a incorporar al círculo del reciclaje tras ser utilizados.

Buscar soluciones y mejores prácticas para poner fin a la contaminación por plásticos es actualmente un objetivo global. En ese contexto, Naciones Unidas ha sido enfática en la necesidad de hacer que el reciclaje se convierta en una empresa más estable y rentable, eliminando por ejemplo los subsidios a los combustibles fósiles, hoy utilizados para hacer que los plásticos vírgenes sean más baratos que los materiales reciclados, o bien imponiendo nuevos criterios para un contenido mínimo de reciclado en diferentes productos. 

Si se trata de avanzar en esa línea, y evolucionar hacia una verdadera economía circular, el mundo de los alimentos juega un rol clave, dado los altos volúmenes de empaques que utilizan en el despacho de preparaciones y las grandes exportaciones de fruta. “Cambiar de plástico virgen al reciclado marca una diferencia significativa cuando hablamos de empresas que producen cientos de toneladas de empaques al año. No sólo se están revalorizando los desechos plásticos al crear materia prima para nuevos contenedores, sino que el proceso de fabricación en sí mismo tiene una huella de carbono mucho menor”, asegura Gabriel Fonzo, CEO de Integrity, fabricante de packaging para exportación de frutas, sushi y pastelería a partir de plástico reciclado.

En este contexto, el plástico PET (Tereftalato de Polietileno), que se identifica con el número 1 es el gran protagonista, ya que es el más comúnmente utilizado y es completamente reciclable. Se trata de un polímero ligero, muy maniobrable y que genera menos huella de carbono en su elaboración. Dado esos atributos, es la base de la industria que revaloriza estos residuos, procesándolos para dar vida a nuevos productos fabricados con PET Reciclado. “Sólo en 2022 reciclamos más de 4 mil toneladas de plástico PET para crear nuevos recipientes con un 90% de PET reciclado. Ese pequeño porcentaje que queda para la resina, en algunos casos, otorga la resistencia que a veces es necesaria para soportar más peso”, comenta Fonzo, detallando que el proceso completo para convertir una botella PET en insumo para un nuevo envase no toma más de 45 minutos con su tecnología. 

Otro aspecto crucial, dados los altos estándares de inocuidad necesarios, son las certificaciones, pues no todos los envases reciclados son aptos para entrar en contacto con comestibles. Una de las vías es la validación que entrega la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) que garantiza la no migración de agentes tóxicos a los productos que serán ingeridos. Del mismo modo, el estándar global BRCGS y PrimusGFS son valorados como sello de buenas prácticas de seguridad alimentaria y ambos están reconocidos por la Iniciativa Mundial de Seguridad Alimentaria (GFSI, por sus siglas en inglés). “Obtener estas certificaciones implica grandes esfuerzos, tiempos de auditorías y cumplimientos de variables muy exigentes, pero son absolutamente necesarias para resguardar la calidad y especialmente la salud de las personas”, comentó el ejecutivo.

En cuanto a las perspectivas, desde la industria plantean que lo más relevante, además de nuevas normativas como la Ley REP, es establecer incentivos económicos reales para dejar atrás la economía lineal y migrar hacia la circularidad. Junto con ello, hay consenso en torno a que se debe actuar de manera colaborativa para impulsar estos cambios y asumir que todo requiere una inversión que permita mejorar tecnología, diseños y procesos en pro de la sustentabilidad. 

Almacenes y tiendas de conveniencia ya están obligados a contar con bebidas en envases retornables

Almacenes y tiendas de conveniencia ya están obligados a contar con bebidas en envases retornables

  • Ministra de Medio Ambiente Maisa Rojas recordó que comenzará a regir la segunda etapa de la ley de plásticos de un solo uso. Comercios que incumplan arriesgan multas de hasta $1,26 millones diarios.

La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, informó que desde el domingo 13 de agosto los almacenes de barrio y tiendas de conveniencia –como minimarkets o comercios integrados a estaciones de servicio- están obligadas a tener oferta de bebestibles en envases retornables y recibir las botellas de este formato que entreguen los clientes. Esto, al comenzar a regir la segunda fase de la ley de plásticos de un solo uso, aprobada en 2021.

Tras visitar una tienda de conveniencia Spacio1, que cuenta con un sistema de venta de bebidas retornables, la ministra Rojas comentó que “como país contamos con la ley de plásticos de un solo uso que busca disminuir la generación de residuos que luego termina en la naturaleza. El domingo comenzó una nueva fase de esta normativa, entregando más opciones a la ciudadanía para preferir envases más sustentables como son los retornables, pudiendo comprarse ahora almacenes y tiendas de conveniencia”. 

La ministra llamó a que los almacenes y minimarkets cumplan con esta ley, recordando que se establecieron multas ante incumplimientos. “Por cada día en que no haya disponible bebestibles en envases retornables o un mecanismo para recibir los envases, pueden ser multados desde $63 mil hasta de $1,26 millones”, explicó la autoridad. 

Sobre la fiscalización, recordó que también que la ciudadanía pueda jugar un rol relevante para el cumplimiento de la normativa. La ley estableció que los municipios pueden fiscalizar, pero también la ciudadanía puede hacerlo a través de los Juzgados de Policía Local.

El gerente de Retail Esmax –operadores de Spacio1-, Igal Szewkis, comentó que “buscamos gestionar de forma responsable los impactos de nuestra operación, por lo que desde 2020, antes de que esto fuese una ley, iniciamos un proyecto piloto de venta de bebestibles en envases retornables en nuestras tiendas de conveniencia, lo cual fuimos desarrollando y ampliando los años siguientes, con el fin de alcanzar la totalidad de nuestras tiendas con la opción de retornabilidad”.

Plásticos de un solo uso

La ley de plásticos de un solo uso, aprobado en agosto de 2021, estableció que a los seis meses desde su publicación –plazo que se cumplió el 13 de febrero de 2022- comenzara la prohibición de entrega, por parte de los locales de expendio de comida, de los siguientes elementos plásticos: cubiertos (tenedor, cuchillo y cuchara), revolvedores, bombillas, palillos, además de cualquier artículo de plumavit.

Asimismo, desde el 13 de febrero de 2022 todos los supermercados del país están obligados a vender bebidas en botellas retornables y a recibir dichos envases de las personas.  

A los dos años desde la publicación de la ley (13 agosto de 2023), esta obligación sobre la retornabilidad de los envases de bebidas se extiende a todas las tiendas de conveniencia y almacenes.  

Adicionalmente, la ley establece que en un plazo máximo de 3 años (agosto de 2024) todos los establecimientos de expendio de comida preparada del país quedaran obligados a solo usar productos reutilizables para el consumo al interior de sus establecimientos (restaurantes, patios de comida, casinos, clubes sociales, cocinerías, fuentes de soda, cafeterías, salón de té, panaderías y bares, etc.).  

En el mismo plazo, los deliveries solo podrán entregar envases y contenedores de comida de “plásticos compostable certificados” o de materiales valorizables distintos del plástico.  

A su vez, las botellas plásticas de bebidas deberán ser hechas en base a plástico recolectado y reciclado en Chile, estableciendo un mercado para el reciclaje y la creación de empleos verdes en el país, contribuyendo con esta exigencia a alcanzar las metas que considera la ley REP para envases y embalajes.

La cuenta regresiva para los envases y embalajes de la Ley REP. ¿Estamos preparados?

La cuenta regresiva para los envases y embalajes de la Ley REP. ¿Estamos preparados?

Por Magdalena Balcells, gerenta general de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla).

Tal como dice el dicho “no hay plazo que no se cumpla” y el próximo 16 de septiembre es el día que todos quienes formamos parte del ecosistema de la economía circular hemos estado esperando.  Es en esa fecha que comenzarán a regir las metas de recuperación y valorización de envases y embalajes que contempla la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, uno de los 6 productos prioritarios de la ley REP.

Para nosotros en ASIPLA se trata de un hito muy significativo puesto que nuestro gremio fue uno de los grandes impulsores de esta política pública de gestión de residuos, en tiempos en que poco se hablaba de reciclaje de envases y embalajes. Por lo mismo, hoy, a poco más de un mes del inicio de la implementación de esta normativa, es fundamental preguntarnos si estamos preparados para cumplir con las exigencias y metas que nos impone. 

A lo largo de estos años hemos sido testigos del arduo e incansable trabajo realizado por los tres Sistemas de Gestión que se han constituido en Chile -ReSimple, ProRep y Giro-, entidades con personalidad jurídica propia, que nacen al alero de la Ley REP como los responsables de coordinar y gestionar todas las acciones necesarias para asegurar la recolección, pretratamiento y valorización de los residuos de envases y embalajes, y su trazabilidad de manera que las empresas reguladas puedan cumplir con las metas establecidas en el Decreto.

Pese al tiempo que nos ha tomado a todos esta preparación, todavía es frecuente encontrar empresas que comercializan y ponen envases y embalajes en el mercado que no saben que son regulados y desconocen su obligación de adherir a un Sistema de Gestión para poder cumplir las metas definidas para cada material. 

A la fecha, se estima que solamente un 15% de las empresas reguladas cumple con este requisito, siendo especialmente critica la situación en la medida que nos alejamos de la zona central del país, donde se concentra la mayoría de las empresas adheridas a estos sistemas. El incumplimiento de esta obligación no es menor y conlleva altísimas multas, que llegan a las 10.000 UTA.

Es ahí donde hay que concentrar los esfuerzos de difusión y sensibilización en estas semanas previas a que comience a regir la Ley REP para Envases y Embalajes, ya que la implementación exitosa de esta política pública sólo será efectiva si todos los actores están involucrados.

Finalmente, de cara a la ciudadanía, falta por implementar la estrategia comunicacional que acompañe la instalación de la Ley REP y permita lograr el cambio cultural que se necesita instalar en todos los hogares, para que cada persona participe activamente separando aquellos residuos domiciliarios que se pueden recuperar. 

El camino que comenzaremos a recorrer como país el próximo 16 de septiembre marcará un cambio de paradigma en lo que se refiere a gestión de residuos, no solo a nivel local, sino que en toda la región. No será un camino exento de ripio, sin duda irán surgiendo nuevos desafíos que nos dejarán lecciones y aprendizajes, pero lo importante es que después de largos años de preparación, estamos en condiciones de iniciar el viaje hacia una economía circular y un futuro más sustentable.

Reciclar más plástico ahorraría 4,4 billones de euros hasta 2040, según la ONU

Reciclar más plástico ahorraría 4,4 billones de euros hasta 2040, según la ONU

  • Costaría anualmente casi la mitad de lo que supone seguir usando este material. Además, se estima que se crearían 700 mil puestos de trabajo. El objetivo es reducir un 80% la contaminación plástica.

Un informe de la ONU revela que reciclar más plástico ahorraría hasta 4,4 billones de euros hasta 2040 y crearía hasta 700.000 puestos de trabajo. Además, la medida costaría anualmente casi la mitad de lo que supone seguir utilizando este material.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) publicó un informe en el que propone una hoja de ruta para reducir un 80% la contaminación plástica en 2040 que se basa, en primer lugar, en eliminar los plásticos innecesarios para a continuación acometer tres cambios: reutilizar, reciclar y reorientar.

La ONU asegura que el cambio a una economía circular generaría un ahorro de 1,27 billones de dólares (1,17 billones de euros), considerando los costes y los ingresos del reciclaje. Se ahorrarían otros 3,25 billones de dólares (2,98 billones de euros) de las externalidades evitadas, como la salud, el clima, la contaminación del aire, la degradación del ecosistema marino y los costos relacionados con los litigios. En total, 4,42 millones de euros.

Además, este cambio, añade la ONU, «produciría un aumento neto de 700.000 puestos de trabajo para 2040, principalmente en países de bajos ingresos, lo que mejoraría significativamente los medios de vida de millones de trabajadores en entornos informales».

El organismo apunta que los costes de inversión para el cambio sistémico recomendado son significativos, pero por debajo del gasto sin este cambio sistémico: 65.000 millones de dólares (casi 60.000 millones de euros) al año frente a 113.000 millones de dólares (103.700 millones de euros) anuales.

Marco fiscal global

La ONU explica que «gran parte de este objetivo se puede movilizar cambiando las inversiones planificadas para nuevas instalaciones de producción, que ya no son necesarias, por la reducción de las necesidades materiales, o un impuesto sobre la producción de plástico virgen en la infraestructura circular necesaria. Sin embargo, el tiempo es esencial: un retraso de cinco años puede conducir a un aumento de 80 millones de toneladas de contaminación plástica para 2040«.

Asimismo, estima que «un marco fiscal global podría ser parte de políticas internacionales para permitir que los materiales reciclados compitan en igualdad de condiciones con los materiales vírgenes, crear una economía de escala para las soluciones y establecer sistemas de seguimiento y mecanismos de financiación».

La ONU dice que la reutilización -incluidas las botellas recargables, los dispensadores a granel, o los planes de depósito y devolución- puede reducir un 30% de la contaminación plástica para 2040. Sobre el reciclaje, se puede reducir la contaminación un 20% adicional si esta práctica es más rentable. Y eliminar los subsidios a los combustibles fósiles o hacer cumplir las pautas de diseño para mejorar la reciclabilidad aumentaría la proporción de plásticos económicamente reciclables del 21% al 50%.

100 millones de toneladas

Con las medidas de reciclaje propuestas por la ONU podrán tratarse anualmente 100 millones de toneladas de plásticos de productos de un solo uso hasta 2040. Y diversificar productos, la reducción de envoltorios de plástico, sobres y artículos para llevar con productos hechos de materiales alternativos (como papel o materiales compostables) puede generar una reducción adicional de un 17% en la contaminación plástica.

Por Juan Ignacio Álvarez. Reproducido con autorización de elEconomista.es