La tercera ronda de conversaciones de la ONU sobre el tratado global de contaminación por plástico culminó sin un plan sobre cómo hacer que avancen las negociaciones, a pesar de que la mayoría de los países apoyan un tratado sólido basado en regulaciones globales.
Según WWF, el estancamiento fue causado por una semana llena de tácticas para retrasar el proceso por parte de un puñado de países con poca ambición que pedían un acuerdo voluntario laxo.
A pesar de una abrumadora mayoría de países dispuestos a avanzar con un tratado sólido y ambicioso, los países con profundos intereses petroquímicos retrasaron el progreso durante toda la semana, según un comunicado de la ONG medioambiental WWF Chile. Agrega que, además, bloquearon la decisión final sobre cómo avanzar en el trabajo previo a la cuarta ronda de conversaciones de la ONU sobre un tratado global de contaminación por plástico. Debido a esto, no tomará lugar un trabajo formal antes de la próxima ronda de negociaciones, lo que retrasará las discusiones sobre medidas críticas que pueden poner fin a la crisis de contaminación por plástico.
Cada día, más de 30 mil toneladas métricas de plástico se filtran a nuestros océanos. Ante la oposición constante de una pequeña minoría de estados productores de petróleo, WWF (World Wide Fund for Nature) insta a los países con grandes ambiciones a ser valientes y estar dispuestos a seguir adelante con el desarrollo de un tratado eficaz, a pesar de esta oposición. Con un plazo de apenas 5 meses antes de la próxima ronda de negociaciones en Ottawa, Canadá, los países progresistas deben aprovechar este tiempo sabiamente y mantenerse centrados en desarrollar un conjunto de normas jurídicamente vinculantes, que además la mayoría de los gobiernos y muchas empresas líderes ya han solicitado.
“La Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente encargó a los negociadores desarrollar un tratado que ponga fin a la contaminación por plástico. Cada minuto que demoramos, sigue creciendo el legado tóxico que estamos dejando a las futuras generaciones. No será fácil, pero sabemos lo que tenemos que hacer. Los países deben avanzar rápidamente para especificar y acordar las regulaciones necesarias para resolver esta crisis de contaminación por plástico”, dijo Eirik Lindebjerg, líder global de Política de Plásticos para WWF Internacional.
A pesar de la obstrucción de un pequeño número de países, una mayoría significativa de ellos apoya seguir adelante con un tratado integral y sólido. Más de 100 países apoyan las prohibiciones y eliminaciones a nivel global de los plásticos más dañinos e innecesarios, y 140 países quieren establecer regulaciones globales vinculantes en lugar de un tratado basado únicamente en acciones voluntarias, el resultado por el que algunos países están presionando.
En esta ronda de conversaciones, los negociadores trabajaron por primera vez en un borrador de texto para el tratado, y muchos presentaron opciones constructivas para fortalecer las regulaciones globales propuestas a lo largo de todo el «ciclo de vida» del plástico: desde la extracción de petróleo y gas hasta la fabricación de este material, pasando por un diseño para su reutilización, reparación y eliminación segura.
Sin un plan formal de trabajo para los próximos meses, WWF está pidiendo a los países que avancen en la recopilación y el intercambio de información por su cuenta para garantizar que el proceso no se estanque en los cinco meses que se vienen.
Durante la semana, los negociadores, especialmente aquellos de regiones de un nivel de ingresos bajos y medios, incluidas África, América Latina y las Islas del Pacífico, mostraron un fuerte liderazgo al proponer reglas para abordar la contaminación por plástico. Estas regiones se mantuvieron firmes en la necesidad de regular la producción y el diseño que están descontrolados a nivel de los materiales y productos hechos de plástico que actualmente desbordan sus capacidades de gestión. WWF publicó recientemente un informe advirtiendo que el costo real del plástico para el ambiente, la salud y las economías puede ser hasta 10 veces mayor para los países de bajos ingresos, a pesar de que consumen casi tres veces menos plástico per cápita que aquellos de ingresos altos.
Cuando solo quedan dos sesiones de negociaciones para acordar un tratado global sobre contaminación por plástico, antes de que termine el 2024, WWF pide a los países que aprovechen al máximo el tiempo previo a las conversaciones de Ottawa para movilizar el apoyo político y preparar la base técnica necesaria para hacer de la reunión un punto de inflexión en las negociaciones. Las conversaciones en Nairobi han puesto sobre la mesa propuestas concretas y han identificado áreas de desacuerdo. En Ottawa, los países deben iniciar negociaciones reales y unirse en torno a disposiciones con apoyo mayoritario.
“Confiamos en que se logre imponer el sentido común, que nos dice que la crisis de la contaminación por plástico ya es insostenible para los ecosistemas y el futuro de la vida humana, y que la forma más efectiva de abordarla es con un tratado sólido, con regulaciones globales vinculantes y que reflejen la ambición mostrada por diversos países, entre ellos Chile”, comentó Mariann Breu, coordinadora senior de Huella Ecológica y Mercados de WWF Chile.
Por Magdalena Balcells, gerenta general de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla).
En el amplio universo de términos que contempla la jerga de economía circular, desde hace un tiempo hemos comenzado a escuchar que se habla de los “plásticos problemáticos”. ¿Qué se entiende por este concepto? En simple, se trata de aquellos plásticos usados de manera excesiva o innecesaria, que, además, tienen una corta vida útil y difícil reciclabilidad o reusabilidad.
Cuando nuestro objetivo como ASIPLA -y creemos que el de todos quienes nos leen- es avanzar en políticas públicas e iniciativas que vayan pavimentando el camino hacia la sustentabilidad de los materiales, su consumo responsable y la correcta gestión de los residuos, tiene sentido pensar en la elaboración de una lista de “plásticos innecesarios o problemáticos”, porque la realidad es que todavía se encuentran más casos de los que quisiéramos de sobreembalaje, uso de resinas y mezclas de materiales difíciles de reciclar, aun cuando existen buenas alternativas de reemplazo y opciones monomaterial.
Así, hemos visto imágenes irrisorias de mandarinas peladas envueltas en film plástico en los supermercados o paquetes de pañuelos embalados excesivamente en distintas capas de materiales, lo que tampoco tiene sentido y requiere, sin duda, ser repensado con lógicas de ecodiseño.
No pasa lo mismo cuando el producto en sí mismo no tiene barreras que lo protejan y, necesariamente, se le debe asegurar su conservación. Si a eso le sumamos que el plástico que lo contiene es reciclable, y tiene un flujo de gestión de sus residuos consolidado, entonces nadie piensa que sea un material problemático.
La necesidad de usar plásticos en el sector de envases y embalajes es una realidad ampliamente aceptada, ya que no existe una alternativa que ofrezca los mismos atributos de durabilidad, resistencia, costo-eficiencia, conservación y protección de productos como alimentos, medicamentos, artículos de aseo, etc.
Por lo mismo, es muy importante que, al hacer la discriminación entre un “plástico problemático y uno “necesario”, primen los criterios técnicos y la capacidad de proyectar a futuro la innovación tecnológica de la industria, ya que nos encontramos frente a un escenario dinámico, que ofrece cada vez más y mejores opciones para avanzar hacia la economía circular. Dicho esto, es muy probable que lo que hoy se considera problemático o innecesario, en pocos meses se convierta en un plástico igual de valorizable que el codiciado PET.
Eso es lo que esperamos que ocurra con el Poliestireno de Alto Impacto (PAI) que se utiliza para envasar yogurt, que en la actualidad está ad-portas de entrar en la “lista negra” de los plásticos, pero técnicamente hablando, es un gran candidato para la circularidad perfecta.
Tras 4 años de trabajo colaborativo liderado por ASIPLA, en el que participaron las principales empresas lácteas del país -Soprole, Watt’s, Nestlé y Colún-, la empresa transformadora de envases plásticos Coexpan, la empresa de reciclaje REPS (ex Cono Sur), y el Centro de Innovación de Envases y Embalajes Laben Chile, de la USACH, entre otros actores de la cadena de valor, los envases de yogurt podrán incorporar un porcentaje considerable de material reciclado posindustrial en láminas de estructura A-B-A, donde A corresponde a resina virgen y B a resina reciclada.
Luego de realizar pruebas técnicas en Chile y España, en las que se expuso el material a distintos contaminantes químicos, llegaron a resultados que cumplen con los requerimientos de inocuidad y performance mecánica para estos envases en contacto con alimento, en línea con las exigencias de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Esta primera etapa de pruebas técnicas realizadas a nivel local sienta las bases de la economía circular del PAI, reafirmando que este material puede tener nuevas vidas, gracias a su potencial de reciclaje y la posibilidad de reincorporarlo en un proceso de circularidad perfecta.
Asimismo, nos invita a replantearnos el concepto de “plástico problemático”, preguntándonos ¿es la materialidad la que genera el problema o lo son algunas aplicaciones en particular? Nosotros creemos que el plástico en sí mismo no es lo problemático, sino su mala utilización y consumo irresponsable.
Ministra de Medio Ambiente Maisa Rojas recordó que comenzará a regir la segunda etapa de la ley de plásticos de un solo uso. Comercios que incumplan arriesgan multas de hasta $1,26 millones diarios.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, informó que desde el domingo 13 de agosto los almacenes de barrio y tiendas de conveniencia –como minimarkets o comercios integrados a estaciones de servicio- están obligadas a tener oferta de bebestibles en envases retornables y recibir las botellas de este formato que entreguen los clientes. Esto, al comenzar a regir la segunda fase de la ley de plásticos de un solo uso, aprobada en 2021.
Tras visitar una tienda de conveniencia Spacio1, que cuenta con un sistema de venta de bebidas retornables, la ministra Rojas comentó que “como país contamos con la ley de plásticos de un solo uso que busca disminuir la generación de residuos que luego termina en la naturaleza. El domingo comenzó una nueva fase de esta normativa, entregando más opciones a la ciudadanía para preferir envases más sustentables como son los retornables, pudiendo comprarse ahora almacenes y tiendas de conveniencia”.
La ministra llamó a que los almacenes y minimarkets cumplan con esta ley, recordando que se establecieron multas ante incumplimientos. “Por cada día en que no haya disponible bebestibles en envases retornables o un mecanismo para recibir los envases, pueden ser multados desde $63 mil hasta de $1,26 millones”, explicó la autoridad.
Sobre la fiscalización, recordó que también que la ciudadanía pueda jugar un rol relevante para el cumplimiento de la normativa. La ley estableció que los municipios pueden fiscalizar, pero también la ciudadanía puede hacerlo a través de los Juzgados de Policía Local.
El gerente de Retail Esmax –operadores de Spacio1-, Igal Szewkis, comentó que “buscamos gestionar de forma responsable los impactos de nuestra operación, por lo que desde 2020, antes de que esto fuese una ley, iniciamos un proyecto piloto de venta de bebestibles en envases retornables en nuestras tiendas de conveniencia, lo cual fuimos desarrollando y ampliando los años siguientes, con el fin de alcanzar la totalidad de nuestras tiendas con la opción de retornabilidad”.
Plásticos de un solo uso
La ley de plásticos de un solo uso, aprobado en agosto de 2021, estableció que a los seis meses desde su publicación –plazo que se cumplió el 13 de febrero de 2022- comenzara la prohibición de entrega, por parte de los locales de expendio de comida, de los siguientes elementos plásticos: cubiertos (tenedor, cuchillo y cuchara), revolvedores, bombillas, palillos, además de cualquier artículo de plumavit.
Asimismo, desde el 13 de febrero de 2022 todos los supermercados del país están obligados a vender bebidas en botellas retornables y a recibir dichos envases de las personas.
A los dos años desde la publicación de la ley (13 agosto de 2023), esta obligación sobre la retornabilidad de los envases de bebidas se extiende a todas las tiendas de conveniencia y almacenes.
Adicionalmente, la ley establece que en un plazo máximo de 3 años (agosto de 2024) todos los establecimientos de expendio de comida preparada del país quedaran obligados a solo usar productos reutilizables para el consumo al interior de sus establecimientos (restaurantes, patios de comida, casinos, clubes sociales, cocinerías, fuentes de soda, cafeterías, salón de té, panaderías y bares, etc.).
En el mismo plazo, los deliveries solo podrán entregar envases y contenedores de comida de “plásticos compostable certificados” o de materiales valorizables distintos del plástico.
A su vez, las botellas plásticas de bebidas deberán ser hechas en base a plástico recolectado y reciclado en Chile, estableciendo un mercado para el reciclaje y la creación de empleos verdes en el país, contribuyendo con esta exigencia a alcanzar las metas que considera la ley REP para envases y embalajes.
Por Magdalena Balcells, gerenta general de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla).
Tal como dice el dicho “no hay plazo que no se cumpla” y el próximo 16 de septiembre es el día que todos quienes formamos parte del ecosistema de la economía circular hemos estado esperando. Es en esa fecha que comenzarán a regir las metas de recuperación y valorización de envases y embalajes que contempla la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, uno de los 6 productos prioritarios de la ley REP.
Para nosotros en ASIPLA se trata de un hito muy significativo puesto que nuestro gremio fue uno de los grandes impulsores de esta política pública de gestión de residuos, en tiempos en que poco se hablaba de reciclaje de envases y embalajes. Por lo mismo, hoy, a poco más de un mes del inicio de la implementación de esta normativa, es fundamental preguntarnos si estamos preparados para cumplir con las exigencias y metas que nos impone.
A lo largo de estos años hemos sido testigos del arduo e incansable trabajo realizado por los tres Sistemas de Gestión que se han constituido en Chile -ReSimple, ProRep y Giro-, entidades con personalidad jurídica propia, que nacen al alero de la Ley REP como los responsables de coordinar y gestionar todas las acciones necesarias para asegurar la recolección, pretratamiento y valorización de los residuos de envases y embalajes, y su trazabilidad de manera que las empresas reguladas puedan cumplir con las metas establecidas en el Decreto.
Pese al tiempo que nos ha tomado a todos esta preparación, todavía es frecuente encontrar empresas que comercializan y ponen envases y embalajes en el mercado que no saben que son regulados y desconocen su obligación de adherir a un Sistema de Gestión para poder cumplir las metas definidas para cada material.
A la fecha, se estima que solamente un 15% de las empresas reguladas cumple con este requisito, siendo especialmente critica la situación en la medida que nos alejamos de la zona central del país, donde se concentra la mayoría de las empresas adheridas a estos sistemas. El incumplimiento de esta obligación no es menor y conlleva altísimas multas, que llegan a las 10.000 UTA.
Es ahí donde hay que concentrar los esfuerzos de difusión y sensibilización en estas semanas previas a que comience a regir la Ley REP para Envases y Embalajes, ya que la implementación exitosa de esta política pública sólo será efectiva si todos los actores están involucrados.
Finalmente, de cara a la ciudadanía, falta por implementar la estrategia comunicacional que acompañe la instalación de la Ley REP y permita lograr el cambio cultural que se necesita instalar en todos los hogares, para que cada persona participe activamente separando aquellos residuos domiciliarios que se pueden recuperar.
El camino que comenzaremos a recorrer como país el próximo 16 de septiembre marcará un cambio de paradigma en lo que se refiere a gestión de residuos, no solo a nivel local, sino que en toda la región. No será un camino exento de ripio, sin duda irán surgiendo nuevos desafíos que nos dejarán lecciones y aprendizajes, pero lo importante es que después de largos años de preparación, estamos en condiciones de iniciar el viaje hacia una economía circular y un futuro más sustentable.
Alianza favorece la economía circular dentro del proceso productivo de la empresa fabricante de plásticos flexibles. Desde febrero han logrado revalorizar más de 180 mil kilos de residuos.
Una alianza entre Edelpa, empresa chilena especializada en fabricar envases flexibles, y Fundación Revalora, organización que fomenta la educación medioambiental y el reciclaje sostenible del plástico, ha permitido aplicar un modelo de economía circular en el proceso productivo de la compañía industrial, permitiendo transformar sus residuos y reintegrarlos a través de nuevos usos.
Esta asociación comenzó en febrero de este año, y desde entonces Edelpa ha entregado a Revalora un total de 181.361 kilos de residuos, incluyendo polietileno, polipropileno y laminados. Los desechos se han utilizado para fabricar 174 pallets de ecomadera, de los cuales 100 unidades están en funcionamiento en el área de impresión y 74 en el área de extrusión.
Además de los pallets ya producidos, ambas organizaciones han iniciado la fabricación de 10 señaléticas de ecomadera, que serán instaladas en diferentes lugares de la compañía, como las áreas de la planta productiva, los patios, los estacionamientos y la administración. Con esto, se espera avanzar aún más iniciativas que logren reintegrar los residuos dentro de sus propias instalaciones.