Julieta Martínez: “Estamos en la calle con megáfono, pero también queremos estar en las instancias importantes”
Curiosa y emprendedora. A sus 18 años, Julieta Martínez ya es una figura reconocida en el activismo medioambiental, lo que la ha llevado a ocupar espacios en grandes eventos internacionales (la COP26 como última escala). Actualmente es directora de Tremendas, un colectivo de jóvenes y adolescentes empoderadas que se agrupan en una plataforma colaborativa. Se basan en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, para generar acciones de impacto social.
Ahora, de vuelta en Chile, luego de la cumbre de cambio climático que se realizó en Escocia, se prepara para ser parte de la Cumbre R, instancia que tendrá como eje central la economía circular. Martínez, eso sí, afirma que no se siente representante de nadie: “Lo que más me importa es trabajar todos los días de mi vida para que quienes no tengan los espacios o mecanismos para actuar, finalmente tengan una silla en la mesa y no deban ser representados por nadie”.
¿De dónde viene esta motivación por el cuidado del medioambiente?
Creo que fue una mezcla de cosas, porque en mi familia nunca hubo una persona que podría considerar como un estereotipo de ecologista o del mundo el activismo en particular. Mi interés partió en Maullín (Región de Los Lagos). Toda mi familia materna es de la Patagonia. Es mi paraíso secreto. Lo digo desde que tengo seis años y lo sigo manteniendo hasta hoy: es un lugar con un ecosistema maravilloso y una cantidad de diversidad de flora y fauna impresionante. Desde aves migratorias hasta flamencos. De verdad que es realmente maravilloso.
¿Y qué fue lo que hizo clic?
Soy de Santiago, pero vamos a Maullín cada vez que podemos. En esos viajes tuve que evidenciar poco a poco como la basura se hacía más visible en las playas, en el río y en las calles. Yo creo que como pasaba tanto tiempo allá y quiero mucho ese lugar, no me di cuenta que se empezó a ver afectado por el problema de contaminación hasta que fue realmente grave. Obviamente, no estoy hablando de una zona de sacrificio porque es algo totalmente distinto, pero recuerdo el miedo de la Julieta de 9 o 10 años de no poder sentirse en el mismo espacio que hace unos años atrás.
¿Cómo nace Tremendas?
A grandes rasgos, por dos razones: por un lado, en una clase de historia que tuve en el colegio, tal vez como séptimo u octavo básico, me acuerdo que estábamos viendo a “Grandes Personas que marcaron la Historia». Ahí me empecé a dar cuenta que cuando hablamos de grandes personas que marcaron la historia, en realidad son “Grandes Hombres que Marcaron la Historia». Había como una falta de representatividad de mujeres no solo en el mundo del arte y la cultura, sino también de la ciencia, matemática y astronomía, por ejemplo. Esa era la sensación que me entregaba: ¿Por qué no hay mujeres en la historia? ¿No hicimos nada?
Luego conocí el Efecto Matilda, que básicamente habla de inventos y experimentos de mujeres que se les atribuyen a hombres. Ahí nació mi interés de poder encontrar a modelos a seguir y que otras niñas crezcan con la oportunidad de ver a mujeres en los temas que a ellas les interesan. En segundo lugar, también fue para encontrar un espacio seguro para mi y otras chicas que pudieran necesitarlo. Yo no lo pasé muy bien en la educación básica y en los inicios de la media. Tenía ganas de generar un impacto.
Fue un proceso largo…
Sí, al principio empezó como una webserie. Tenía varias ideas y subíamos pequeños capítulos a Youtube. Esto fue cuando tenía 12 años. Después me di cuenta de que podía hacer muchas más cosas y recién a los 15 años armé la plataforma que es hoy.
¿Por qué “Tremendas”?
“Tremendas” nació de una conversación que tuve con mi mamá hace un tiempo atrás, de chicas que había conocido en eventos de innovación como el fiiS (Festival Internacional de Innovación Social). Le decía: “Estoy conociendo a gente muy bacán, a niños muy bacanes y de verdad que son súper poderosas, son como tremendas”. Nos miramos con mi mamá y fue como una conexión inmediata.
¿Se sintió escuchada? Hay cierto resquemor en la juventud…
Sí, a veces somos como un invitado de cartón o de piedra. Tenemos jóvenes en la sala pero no participan o no son escuchados de manera activa. Pero la generación Z está mucho más despierta frente a algunas problemáticas que podemos ver en nuestro entorno.
¿Qué rol tiene la juventud en la lucha contra el cambio climático?
Creo que hay varios matices. Uno es la era en que vivimos. Hay mucha información y la posibilidad de llegar a ella es muy fácil. Nos podemos informar acerca de distintas cosas que pueden interesarnos desde nuestros teléfonos, que son verdaderos supercomputadores. Por otro lado, creo que no sólo se está criticando el fondo -obviamente la mentalidad crítica la necesitamos-, sino que se están haciendo cosas para cambiar el presente. Si tanto queremos entrar en la mesa algo tenemos que entregar de vuelta.
Tremendas estuvo presente en la COP26, que terminó hace apenas unos días. Un equipo del colectivo tuvo un stand en la Green Zone del evento para presentar su academia “Climáticas”. También participó activamente en distintos foros exponiendo sobre temáticas relacionadas a derechos de la mujer, el papel de la juventud en el cambio climático y las zonas de sacrificio, entre otros.
¿Qué balance hace de la COP26?
Había muchos ojos puestos en la COP y eso lo destaco pensando en la situación crítica en la que estamos viviendo. Mucha gente sabía que esta era la COP que tenía que cambiarlo todo, que generara el impacto que tanto necesitamos. Con las medidas y propuestas que estamos llevando hasta ahora, según el ICC (International Chamber of Commerce), la temperatura del mundo aumentaría 2.7 grados. Por eso era tan importante alcanzar nuevos acuerdos, sino veríamos una situación completamente catastrófica.
También había mucha gente interesada porque Estados Unidos se volvió a incorporar al Acuerdo de París. Es decir, vuelve a participar después de lo que fue el gobierno de Donald Trump. Algo muy importante porque países como esos son los grandes contaminantes mundiales. Además, por fin hablaron de combustibles fósiles. Si no estamos hablando del problema, estamos negando básicamente su existencia.
Otra cosa muy importante es que se habló sobre clima y perspectiva de género. Sobre todo acerca de cómo el cambio climático afecta a las niñas de los países más vulnerados.
¿Chile estuvo a la altura?
A quién más destaco es a Claudio Castro, alcalde de Renca y único que participó en la COP. Su intervención demuestra que puedes trabajar de manera local y el peso que eso tiene. También habla bien de su liderazgo, porque los cambios importantes vienen desde la gente, más allá de lo que pueda hacer el gobierno.
¿Qué opinas de la Cumbre R?
Es la oportunidad de encontrar a gente de la sociedad civil, con el sector privado, con fundaciones, ONG, etc. Es muy diverso y también tiene la posibilidad de sacar proyectos mucho más potentes. Yo creo mucho en el trabajo multisectorial, es importante contar con muchos actores sociales en una mesa.
¿Qué temas son más importantes para usted?
Una de las cosas que más me importa y por lo que voy a luchar mucho, es el rol de la juventud. Estamos en la calle con megáfono pero también queremos estar en las instancias importantes.
También voy a hablar de niñas, el tema más importante para mí. Son la comunidad más damnificada por el efecto de la crisis climática, son las que menos información y herramientas tienen. Es muy fácil quedarse en el discurso, sin embargo, no se abren los espacios para ellas.
¿Será la representante de la juventud?
Yo no me siento representante de nadie. Siempre me ponen como la voz de la juventud, pero no me interesa eso. Lo que más me importa a mi es trabajar todos los días de mi vida para que quienes no tengan los espacios o mecanismos para actuar, finalmente tengan una silla en la mesa y no deban ser representados por nadie.
La Cumbre R también tratará temas de economía circular…
Actualmente, no creo que sea posible sostener un modelo de economía circular sin hacer muchos gastos, pero es muy necesario. Ahora, debe también considerarse un pilar social, de escuchar a las comunidades, respetar sus espacios y considerarlos de manera activa en los proyectos sustentables.
¿Usted práctica la economía circular en su día a día? ¿Recicla?
Sí.
¿Qué tipos de productos consume?
Busco siempre emprendimientos sustentables, como Algramo, por ejemplo, que me encanta. Igual no desconozco que vivir de esta forma es algo elitista, por el costo asociado, pero siempre estoy buscando nuevas iniciativas que aporten al medioambiente.