Moda circular: los fabricantes crean nuevas formas de producir para combatir el cambio climático
- Esta tendencia, que cada vez tiene más revuelo, se trata de un modo de consumo de indumentaria consciente y amable con el ecosistema. Distintas marcas se unen a la moda circular a través de materiales sostenibles, reciclados u orgánicos, y se posicionan en la economía circular.
Por Josefa Zepeda
Durante los últimos 20 años, el Fast Fashion o moda rápida ha permitido que se genere más ropa de la que realmente necesitamos. Según un estudio realizado por la Fundación Ellen MacArthur, tan solo entre el 2000 y 2015, la producción de ropa se duplicó, llegando a más de 100 mil millones de prendas.
El concepto se refiere a la sobreproducción de ropa en la industria de la moda, en función de las tendencias e innovación, lo que provoca que sea desechada antes de tiempo. Debido a esta problemática, los fabricantes idean nuevas formas de producción amigables con el medio ambiente, y se suman a la economía circular.
Desde las marcas, Patagonia, centrada principalmente en la fabricación de ropa para deporte de exteriores y aventura, se ha dedicado al activismo ambiental a lo largo de su historia. Daniella Hartley, country manager, comenta: “Creemos que independiente de la marca, la ropa tiene que estar en circulación el mayor tiempo posible. Buscamos empoderar a las personas a comprar menos y exigir más, de manera de generar conciencia sobre la forma en que se hace la ropa”.
Es por esto, que tienen un programa llamado Worn Wear de reparación de ropa, que no solo busca extender la vida útil de la prenda, sino que también, entregan información para el cuidado, la reparación, reutilización y el reciclaje final de sus productos. Hartley explica que extender la vida útil de una prenda por nueve meses puede reducir entre un 20 y un 30% su huella hídrica, ecológica y de carbono.
Actualmente, Patagonia tiene una iniciativa junto a Bureo, en la cual se hacen cargo de la contaminación del océano. Recogen las redes de pesca que quedan en las playas de Chile, Argentina y Perú, y las convierten en materia prima, que posteriormente es usada en las viseras de sus jockeys. Próximamente pretenden ampliarlas a otras prendas.
Desde adidas, han trabajado durante más de 20 años con la sostenibilidad en mente. “Es una de las mayores expresiones de nuestro propósito, porque si no protegemos el terreno en el que estamos, pronto no tendremos un espacio para hacer deporte”, comentan desde la marca.
Con materiales sustentables, Adidas logró, por primera vez en 2020, que el poliéster utilizado en sus productos proviniera de desechos plásticos reciclados. Es el caso de su lanzamiento más exitoso: sus clásicas zapatillas Stan Smith. Esta vez, en una nueva versión sustentable y fabricada con materiales reciclados. Además, su empaque ahora contiene más de un 90% de papel reciclado.
“En lo que respecta a un futuro cercano, esperamos que para este año desde las camisetas de fútbol hasta la versión vegana de las zapatillas Stan Smith se fabriquen en un 60% de materiales sostenibles. Es decir, con poliéster reciclado o algodón sostenible”, señalan desde Adidas.
Para el 2025, la marca propone que nueve de cada diez de sus productos sean sostenibles. Esto será posible ya que serán hechos de materiales reciclados, naturales y renovables. Actualmente trabajan en un programa de devolución de productos, donde los zapatos usados se podrán devolver y reciclar.
En cuanto a la producción textil, no son procesos sencillos. Para lograr un look y confort deseado se necesitan grandes cantidades de agua. Según datos de la ONU, la industria de la moda es la responsable del 20% de las aguas residuales globales, siendo una de las más contaminantes en el mundo. Con esto en mente, Dockers, marca de ropa casual y elegante masculina, utiliza su técnica llamada WaterLess desde hace más de 10 años, la cual minimiza el uso de agua en sus procesos.
Al utilizar esta técnica, la marca ahorra hasta el 96% del agua que normalmente utiliza en su etapa final de producción, y en la primera mitad de 2020, más de 20 millones de litros de agua fueron evitados. Este año, la Dockers está explorando la posibilidad de incorporar cáñamo algodonizado a la producción de sus prendas, ya que requiere menos agua y menos pesticidas para crecer. Además, se comprometieron a que en un futuro cercano, el 100% de sus productos de algodón sean de origen sustentable.
En la era del Fast Fashion, las marcas que piensan en el medio ambiente obtienen un valor agregado, y la moda circular busca generar un cambio desde la fabricación de la prenda. Daniella Hartley, country manager de Patagonia, comenta sobre la importancia de informar a las comunidades del costo oculto de la ropa: “Los hábitos de sobreconsumo actuales en la industria llevan a problemáticas enormes como el abuso laboral, la contaminación y la generación de basura. Motivamos a las personas a comprar equipo de calidad, usado y multifuncional. A usarlo, repararlo y repetir el ciclo”, finaliza.