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Avanza tratado mundial para combatir la contaminación por plásticos

Avanza tratado mundial para combatir la contaminación por plásticos

  • La cuarta sesión de negociaciones, celebrada en Ottawa bajo el alero del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), concluyó con un proyecto avanzado de texto de lo que será el instrumento internacional jurídicamente vinculante para que los países hagan frente a esta crisis ambiental.

Por Claudio Macías P.

La cuarta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-4, por sus siglas en inglés), celebrada recientemente en Ottawa, Canadá, finalizó con buenas expectativas de cara a lograr un acuerdo final en noviembre, cuando se celebre la quinta y última ronda de negociaciones, que se llevará a cabo en la ciudad de Busan, Corea del Sur. El objetivo será aprobar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, incluido el medio marino.

Entre otros temas, las delegaciones de 170 países miembros, además de 480 organizaciones observadoras, debatieron sobre emisiones y liberaciones, producción, diseño de productos, gestión de residuos, plásticos problemáticos y evitables, financiación y una transición justa.

«Acudimos a Ottawa para avanzar en el texto y con la esperanza de que las Partes se pusieran de acuerdo sobre el trabajo intersesional necesario para avanzar aún más de cara al INC-5. Nos vamos de Ottawa habiendo logrado ambos objetivos y con un camino bien definido frente a nosotros para concluir un ambicioso acuerdo en Busan», declaró Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en un comunicado publicado en su sitio web.

Añadió que “el trabajo, sin embargo, está lejos de haber terminado. La crisis de la contaminación por plásticos sigue sepultando al mundo y apenas nos quedan unos meses para que finalice el plazo acordado en 2022. Insto a las Partes a mostrar un compromiso y una flexibilidad continuos para alcanzar la máxima ambición».

Steven Guilbeault, ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, señaló que “podemos hacer realidad una de las decisiones ambientales más importantes que se hayan adoptado desde el Acuerdo de París y el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal».

«Ha sido un calendario ambicioso de tan sólo 18 meses y cuatro sesiones para llegar a este punto, y ahora estamos firmemente en el camino hacia Busan», indicó Jyoti Mathur-Filipp, secretaria ejecutiva de la Secretaría del INC. «Los miembros deben llegar a Busan dispuestos a cumplir su mandato y acordar un texto final del instrumento. Esto es más que un proceso: es el cumplimiento de su compromiso de salvar a las generaciones futuras de la lacra mundial de la contaminación por plásticos».

Reacciones en Chile

Para el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), el balance de los resultados de Ottawa “fue sumamente positivo, porque se alcanzaron importantes avances para el futuro del proceso multilateral” y destacan los logros en al menos tres áreas. 

Señalan que, en primer lugar, se avanzó en las negociaciones del texto, consolidando, fusionando y modificando las opciones existentes para reflejar las posiciones de los países. En segundo término, se logró adoptar un mandato formal para el trabajo intersesiones de cara a la INC-5, que permitirá llegar con discusiones más avanzadas en áreas específicas, como plásticos y químicos de preocupación, diseño de productos y financiamiento. Y, por último, se aprobó la creación de un comité que trabajará en los aspectos jurídicos del texto.

Magdalena Balcells, de Asipla

Magdalena Balcells, gerente general de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla), quien participó en la jornada de Ottawa, coincidió en que la reunión se avanzó de forma importante. “Lo más relevante fue el mandato de realizar una reunión intersesional con dos grandes grupos expertos”, destacó.

Comentó que, por un lado, un grupo tendrá foco en financiamiento, pues hay “muchos países que van a requerir amplios recursos, principalmente cuando se trata de instalar esquemas REP, entre otras medidas. Entonces, es importante hacer converger recursos públicos, de organismos multilaterales y del sector privado”. 

El segundo grupo, agregó la dirigenta gremial, se dedicará a discutir sobre los químicos de preocupación y los plásticos evitables o problemáticos. “Hay posturas de quienes instan a definir un marco regulatorio a nivel país, con criterios y metas comunes, y otros que optan por establecer listados específicos tanto para los químicos como para los plásticos evitables”.

Para WWF Chile, ONG dedicada a la conservación ambiental, la reunión arrojó “un relativo éxito en cuanto a que los países propusieron y avanzaron en ciertas medidas clave para hacer frente a esta crisis, pero aún queda sin definirse la línea de crítica del tratado: si éste contará con las reglas globales comunes necesarias o aplicará el statu quo a través de otras reglas voluntarias basadas únicamente en planes nacionales”.

Eirik Lindebjerg, líder de Políticas Globales de Plástico de WWF Internacional, cuestiona “si conseguiremos un tratado robusto con reglas globales comunes que pide la mayor parte del mundo o acabaremos con un acuerdo voluntario diluido dirigido por los valores del mínimo común denominador”.

Eirik Lindebjerg, de WWF Internacional

Para la ONG, “aunque siguen existiendo importantes desacuerdos sobre la solidez de las medidas, a lo largo de las negociaciones se observó un mayor alineamiento en áreas clave como las prohibiciones globales vinculantes y la eliminación progresiva de productos y sustancias químicas de alto riesgo, el establecimiento de sistemas de Responsabilidad Extendida del Productor obligatorios, requisitos comunes de diseño de productos y un paquete financiero para garantizar su implementación”.

A nivel nacional, el MMA señala que el trabajo se mantendrá activo durante este año, donde continuarán actuando como coordinador de la posición nacional, trabajando en conjunto con los más de 15 servicios públicos competentes en distintas áreas y que, de manera previa a la INC-5, convocará a diálogos nacionales con ONGs, academia y sector privado para recoger insumos de cara a las negociaciones.

El Comité Intergubernamental de Negociación para la contaminación por plásticos, incluido el medio marino, inició su labor durante el segundo semestre de 2022 con la ambición de concluir sus tareas a finales de 2024. La primera reunión se realizó en Punta del Este en noviembre de 2022, le siguió París en mayo/junio del 2023 y posteriormente Nairobi en noviembre pasado.

Tratado global contra la contaminación por plásticos: Oportunidades y desafíos para Chile

Tratado global contra la contaminación por plásticos: Oportunidades y desafíos para Chile

  • Por Magdalena Balcells, gerente general de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla).

En marzo de 2022, en la resolución 5/14 de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA) se instruyó el desarrollo de un tratado global contra la contaminación por plásticos, incluido el medio marino. En concreto se solicitó elaborar un instrumento jurídicamente vinculante, basado en un enfoque global que abordase todo el ciclo de vida del plástico, desde el diseño y producción hasta su fin de vida, y para construir este instrumento se definió convocar 4 Comités Intergubernamentales de Negociación o INC. 

A la fecha, se han llevado a cabo tres de estas reuniones: INC1, en Montevideo, Uruguay, en enero de 2023; INC2, en Paris, Francia, en mayo de 2023; y la más reciente, INC3, en Nairobi, Kenia, en noviembre de 2023, donde como Asipla pudimos llevar la voz técnica de la industria del plástico y el sector privado nacional, siendo parte de la delegación chilena.

Tras la INC2 de Paris, la secretaría del Programa para las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) quedó con el encargo de generar un “Zero Draft” o “borrador cero” del tratado, como una primera aproximación al texto, y una estructura de trabajo, para que en la INC3 de Nairobi se comenzara a discutir a partir del objetivo del instrumento, que es “poner fin a la contaminación por plásticos, incluido el medio marino, y proteger la salud humana y el medio ambiente”

De él se desprenden una enorme variedad de maneras posibles para lograrlo, que van desde la reducción de la producción y demanda mundial de polímeros plásticos primarios, plásticos y productos plásticos; la prohibición y/o reducción de productos plásticos problemáticos y evitables como los de vida corta y los de un solo uso; la exigencia de incluir un porcentaje de resinas recicladas posconsumo en productos plásticos; hasta políticas públicas relacionadas con la puesta en marcha de esquemas de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), solo por mencionar algunos de los mecanismos y acciones que se proponen para abordar este Tratado.

Si bien hay iniciativas y potenciales metas que generan bastante consenso en todos los sectores, también plantea temas -como la eliminación o reducción de oferta, demanda y usos de polímeros plásticos primarios- cuyo impacto es tan amplio y profundo, que su implementación tendría más costos que beneficios ambientales y su análisis requiere no sólo de la mirada política de los Estados miembros, sino también de un amplio conocimiento técnico que, al menos en Chile, viene de la misma industria del plástico.

En concreto, cuando el borrador propone limitar la producción de plásticos primarios, sin acotarlo a aplicaciones específicas, como por ejemplo los plásticos de corta vida, es altamente probable que también estemos limitando el avance y crecimiento de países en desarrollo y aumentando los costos de vida, especialmente para los segmentos más vulnerables de la población mundial. 

Por otro lado, cuando las medidas propuestas apuntan a la gestión y valorización de residuos, no podemos dejar de experimentar satisfacción por los avances locales, ya que Chile va un paso adelante en comparación con muchos países. Desde hace varios años estamos implementando la Ley REP y, más recientemente, la Ley de Plásticos de Un Solo Uso; también disponemos de una Hoja de Ruta de Economía Circular al 2040, que abarca varias de las medidas que propone este instrumento legal en las que estaríamos adelantados. 

En definitiva, estamos frente a un Tratado muy ambicioso y todavía queda mucho por debatir y consensuar en las próximas reuniones de este año -la INC4, que se realizará en abril en Canadá, y la INC5, a desarrollarse en noviembre en Corea del Sur-, donde el gran reto colectivo será alcanzar acuerdos y definiciones que hagan sentido a todos los Estados participantes, para desarrollar metas desafiantes y, al mismo tiempo, realizables a escala mundial. Desde Asipla seguiremos participando en las próximas reuniones, aportando en lo que la delegación chilena necesite, ya que estamos convencidos de la necesidad y oportunidad de este Tratado; sin embargo, es fundamental que prime una mirada integral que involucre a todos los actores para poder lograr sus objetivos.

Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas: ¿por qué es tan importante restringir su uso?

Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas: ¿por qué es tan importante restringir su uso?

  • Expertos aseguran que los daños que han provocado en el ecosistema y la salud humana son indiscutibles y llaman a poner atención a las alternativas que se eligen en su reemplazo. 

Cada 3 de julio se conmemora el Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas, una fecha que busca reducir su consumo y generar conciencia en torno al grave problema medio ambiental que éstas representan. Si bien son cada vez más las normativas que limitan su entrega y utilización, lo cierto es que este producto, cuya vida útil no supera los 30 minutos y puede demorar hasta 1.000 años en degradarse, sigue estando presente. Según la organización Ocean Watch, de Australia, cada año se utilizan alrededor de 5 billones de bolsas plásticas y más del 60% termina en océanos y vertederos.

Para Natalia Conejero, directora de la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad Bernardo O´Higgins, los daños que han provocado son indiscutibles y se pueden observar en la contaminación del suelo, océanos, ríos, cadena alimentaria, emisiones de gases de efecto invernadero y su impacto en la vida terrestre. “Además, el plástico utilizado en las bolsas puede contener aditivos y productos químicos que terminan afectando la salud de las personas. Otro factor clave es la forma en que contaminan el agua potable al descomponerse en fragmentos más pequeños como microplásticos”, asegura la académica.

En el mundo, un número creciente de países están instaurando normas para combatirlas. Bangladesh fue pionero al hacerlo en el 2002 y Chile fue la primera nación latinoamericana en promulgar una ley para eliminar gradualmente su uso en el comercio, estableciendo multas y sanciones. Han transcurrido casi 5 años desde ese hito y, según datos del Ministerio del Medio Ambiente, sólo en los primeros 24 meses se evitó la entrega de 5 mil millones de unidades. Aún cuando estas políticas son un avance, los especialistas advierten que es fundamental poner atención a las alternativas que se eligen en reemplazo a este popular formato. En el caso del papel, por ejemplo, se debe considerar que su producción contamina la atmósfera alrededor de un 70% más que el mismo proceso para un producto plástico. En esa misma línea, un estudio en Dinamarca estimó que una bolsa de algodón debería utilizarse más de 7 mil veces para ser realmente más sustentable que una de plástico convencional.  

En este camino de encontrar soluciones, la innovación juega un rol clave. De hecho, un reciente reporte de Naciones Unidas, que definió una serie de medidas para combatir los plásticos de un solo uso, recomendó  la utilización de nuevos materiales, ya que esto podría contribuir a disminuir en un 17% en la contaminación por plásticos. “Los bioplásticos son una buena opción porque tienen la gran ventaja de mantener la versatilidad y funcionalidad del plástico, sin sus efectos nocivos. Esto, dado que están hechos de plantas u otros materiales biológicos, no de petróleo. El desafío, en este caso, es educar a la ciudadanía para que sepan identificarlos, usarlos de buena manera, y realizar el ciclo completo para que los residuos se gestionen de manera adecuada”, comenta Rodrigo Sandoval, CEO de I Am Not Plastic, emprendimiento nacional que ofrece bolsas de basura, herméticas reutilizables y para desechos de mascotas 100% compostables. En este sentido, Sandoval comenta que todos sus productos se biodegradan en 180 días en lugar de 500 años “si se realiza el proceso de compostaje adecuado, donde microorganismos como hongos o bacterias se alimentan del material de la bolsa convirtiéndolo en agua, biomasa (humus), sales minerales y dióxido de carbono”. 

En cuanto a las proyecciones, Conejeros enfatizó en que es urgente hacer un cambio, siendo lo más importante fomentar una verdadera cultura de reciclaje y promover opciones sostenibles: “El consumo de plástico ha generado efectos significativos en nuestro planeta. Los océanos en particular han sufrido grandiosos daños producto de los desechos derivados de las bolsas de este material, provocando la muerte de diversas especies y causando alteraciones al ecosistema”. 

Bolsas de basura en los árboles.